Una paciente fue al hospital de Sant Pau de Barcelona para hacerse una prueba.
El médico que la atendió, un residente de primer año, le dijo que “estaba haciendo un estudio médico y que, si no me importaba, grabaría la visita”, explica la paciente en declaraciones al diario ‘Ara’.
“A continuación, sacó una cámara que tenía escondida bajo un trapo en un rincón”, añade la mujer.
"Cuando me lo propuso, al inicio de la visita, pensé que no me importaba colaborar en un estudio científico en plena pandemia de coronavirus, pero lo cierto es que tampoco me dejó mucho tiempo para reaccionar", recuerda la paciente.
Desnuda de cintura para arriba
"Cuando ya hacía un rato que me examinaba, me pidió que me quitara la camiseta, la única prenda de ropa que llevaba en la parte superior del cuerpo. Aquel día yo no llevaba sujetador, cosa que él había podido comprobar con toda seguridad antes de hacerme la petición", explica la paciente.
El médico la grabó completamente desnuda de cintura para arriba.
Lo que tenía que ser una prueba de tuberculosis "derivó hacia otros aspectos, como preguntas y valoraciones sobre mi salud emocional. Lo más extraño, en una situación ya de por sí del todo irregular, es que ni siquiera había comprobado los documentos que le entregué, ni el expediente donde decía que era una paciente sospechosa de tener el Covid-19"
"Cuándo se lo recordé, me recriminó que no se lo hubiera dicho antes", apunta la mujer.
"Me marché con una gran sensación de incomodidad y un malestar que todavía me perdura cuando lo pienso", recuerda.
"Absolutamente irregular, ilegal y abusiva"
Pero la mujer, cuya identidad no ha sido revelada, llamó después al hospital para pedir que borraran las imágenes y comprobó que no existía tal estudio médico.
Por lo que denunció al médico dejando claro que la actuación del residente de primer año fue "absolutamente irregular, ilegal y abusiva".
La paciente ha detallado que el médico no le hizo firmar ningún consentimiento por escrito, como es habitual, por los derechos de las imágenes.
Apartado de Sant Pau
El médico ya ha sido apartado del hospital de Sant Pau y también ha sido expedientado con “una falta grave” por haber grabado sin autorización.
“El doctor P.O. quedó apartado del servicio en el mismo momento de la queja. Lo suspendimos de actividad docente en Sant Pau de manera inmediata e informamos de los hechos al centro donde trabaja regularmente este médico y donde hace el resto de su contrato de formación", aseguran fuentes del hospital.
"Si los hechos se confirman, el Gobierno actuará en consecuencia", apuntan desde la Consejería de Salud de la Generalitat.
El director del CAP Sardeña y vicepresidente del Colegio de Médicos, Jaume Sellarès, ha declarado que apartaron al médico de las rotaciones de Sant Pau "por prudencia".
Sigue pasando consulta
Sin embargo, el doctor ha seguido visitando como médico de familia en la EAP Derecha del Ensanche de Barcelona.