Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario ingresado en un hospital de Logroño y principal detonante de la crisis migratoria en Ceuta y responsable de la crisis institucional entre España y Marruecos, ha viajado en numerosas ocasiones a España sin que el país norteafricano pusiera ningún impedimento, según ha desvelado Vozpópuli. Fueron seis las ocasiones en que, con Pedro Sánchez ya en el Gobierno, Ghali aterrizó en España.
No obstante, siempre fue previo consentimiento de Marruecos, algo que no ha ocurrido en esta ocasión porque la ministra de Exteriores, González Laya, prefirió mantener en secreto la entrada de Ghali en nuestro país quién sabe por qué razones.
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Dos de las visitas de Ghali a España tuvieron lugar en las Islas Canarias, el resto en la península. En todo caso, cada viaje fue aprobado por el Gobierno de España e informado a las autoridades de Marruecos sin ninguna oposición. No obstante, Marruecos sí reclamó que no se diera publicidad a la presencia de Ghali en terrotorio español, algo que se cumplió en todos los casos.
En esta ocasión, no obstante, se pactó con Argelia el traslado de Ghali a España sin advertir a Marruecos y la información se filtró de alguna manera llegando a oídos de los servicios de inteligencia marroquíes, posiblemente debido al despliegue de la Guardia Civil para el traslado al hospital. Y ahí se desató la tormenta.
¿Por qué se hizo en secreto?
Lo que no se puede comprender es que, si Marruecos había permitido en seis ocasiones la entrada de Ghali en España, en esta ocasión se ocultara. Una nueva chapuza que sumar a la lista del Gobierno socialcomunista. El pasado 22 de abril, la prensa de Marruecos ya se había enterado de la jugada, solo cuatro días después de la llegada del líder del Frente Polisario.
Cuenta esta misma información que Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, se opuso de plano a que Marruecos quedara al margen de este asunto. Sin embargo, la opinión de Laya prevaleció ante el irresponsable presidente, Pedro Sánchez.
A partir de ese momento, Marruecos pidió una serie de explicaciones sobre los motivos que habían llevado a España a cometer semejante acto, que consideran una traición. González Laya hizo caso omiso, limitándose a aducir "motivos humanitarios".
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Ahora, Ceuta atraviesa una de las peores crisis migratorias que se recuerdan, y es una vez más por la mala gestión, por la irresponsabilidad y por la falta de honestidad del Gobierno, en este caso de la ministra de Exteriores. Una vez más, ha quedado demostrado que nos gobiernan un grupo de incompetentes que se creen por encima del bien y del mal y que piensan que son más inteligentes que nadie cuando la realidad es justo la contraria...
Porque jugársela a Marruecos, que tiene la llave de la inmigración ilegal en España y Europa, no es precisamente de ser demasiado inteligente.