El Consejo de Ministros ha nombrado hoy a la exvicepresidenta del anterior Gobierno del PP Soraya Sáenz de Santamaría consejera electiva del Consejo de Estado por un mandato de cuatro años.
Se trata de un guiño de Pedro Sánchez a la exvicepresidenta del gobierno de Rajoy, abiertamente enfrentada con Pablo Casado, con el que compitió, y perdió, por el liderazgo del Partido Popular. Venció Casado y ella decidió dejar la política a pesar de que el PP le reservaba liderar una candidatura para el gobierno de Madrid.
Salen en cambio, por haber caducado su mandato y no ser renovados, las exministras del PP con José María Aznar Ana Palacio e Isabel Tocino; el abogado del Estado y exdiputado de Unió (UDC-CiU) Manuel José Silva Sánchez; y la exdefensora del Pueblo María Luisa Cava de Llano.
Se mantiene por el momento como consejero electivo el socialista extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ya que pertenece al cupo reservado a los expresidentes autonómicos.
Soraya le dio el "sí, quiero" a Sánchez
A lo largo de su historia, el Consejo de Estado, organismo que asesora al Gobierno pero independiente de él, se ha caracterizado por mantener una composición plural y diversa entre sus miembros, de manera que los distintos ejecutivos han ido nombrando miembros del órgano asesor a distintos perfiles que podían o no ser cercanos a su ideología.
El nombramiento de Soraya Sáenz de Santamaría, por designación directa del gobierno socialista, pone de manifiesto la aproximación de Sánchez hacia quien en este momento no está bien vista dentro del PP y no oculta su incomodidad dentro del partido.
Se trata de un reconocimiento desde el PSOE al trabajo realizado por Soraya como vicepresidenta del gobierno, hasta el punto de que llega a parecer que está siendo más valorado por el PSOE que por el propio PP, en donde el nombramiento ha constituido una tremenda sorpresa. El propio Sánchez contactó con ella para agradecerle personalmente "los servicios prestados al país", según desvela El Confidencial. Primero pidió un fin de samana para pensárselo y luego le dio el "sí, quiero". Soraya cobrará 974,16 euros por asistencia a cada pleno