Gloria Camila y Patricia Steisy han protagonizado un gracioso momento en el programa de Telecinco, ‘Pesadilla en el Paraíso’. Ambas concursantes empezaron a gritar cuando descubrieron a un nuevo integrante en la granja: una rata. Al escuchar los gritos que estaban dando, su compañero en esta experiencia, Marco Ferri, acudió en su ayuda.
Cada día los concursantes del programa intercambian sus tareas, según los deseos de los que esa semana han sido nombrados como “El Capataz”, según ‘Mediaset España’. Esta semana este rango es ocupado por dos personas, y no por una, Marco Ferri y Dani García.
Ambos capataces eligieron las pruebas para todos sus compañeros, por lo que decidieron que Gloria Camila se encargara de las aves. Lo que no se esperaba era su nueva compañía: una rata.
Las dos concursantes comenzaron a gritar cuando vieron al animal: "ES PEQUEÑA, ESTÁ EN LA CAJA AZUL", alegaba la hija de Ortega Cano sobre el roedor. Al escuchar a Gloria, su compañera de programa, Steisy acudió a la zona de aves, donde también gritó: ¡¡AAAH, SÍ!!".
A pesar de que las dos tienen, según ellas, experiencia en el campo (Gloria Camila se ha criado en fincas con animales y Steisy se crió en una familia humilde) se quedaron mirando a la rata sin saber qué hacer y dejaron que se fuera: "¡No toques eso!", decía Patricia.
Los gritos alertaron a Marco Ferri
Los gritos de Gloria Camila y de Patricia Steisy eran tan estremecedores que uno de los capataces de esta semana, Marco Ferri, acudió a la zona de aves para ver qué pasaba.
Allí, la hija de Ortega Cano le cuenta que se ha encontrado una rata. También le dice que va a pasar un tiempo hasta que ella vuelva a pasar por esa tarea de la granja ya que no quiere encontrarse otra sorpresa que le haga pasarlo mal.
Semana con dos capataces
Lo normal cada semana es que el concurso tenga dos capitanes que son quienes designan las tareas de sus compañeros, sin embargo, esta semana cuenta con dos: Dani García y Marco Ferri.
‘Mediaset’ decidió premiar a ambos concursantes con el bastón de mando tras una exigente prueba física. En esta ocasión, la tarea consistía en subirse a una tabla de madera y cargar con dos grandes lecheras, una de cada brazo. Eso sí, estas estaban colgadas por una cuerda y no las podían tocar. La idea era mantener las lecheras el mayor tiempo posible en el aire sin que se cayeran. Si se caían o las tocaban, activarían un mecanismo que haría que se les cayera encima el contenido de los cubos que tenían sobre sus cabezas.
Debido a la gran resistencia de Marco y Dani, les subieron la dificultad, tuvieron que hacer esta prueba a la pata coja y con los brazos en alto. A pesar de que quien más tiempo aguantó fue Dani (solo unas décimas más), Marco dio mejores sensaciones. Por lo que se proclamó un empate.
El programa les otorgaba otra oportunidad en la prueba, pero esta vez con más peso en las lecheras o que ambos concursantes fueran capataces. Marco Ferri y Dani García, tras debatirlo, eligieron la segunda opción.