La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, ha reconocido este martes, en una entrevista en RNE, que España y Reino Unido se encuentran en un duro enfrentamiento por sus correspondientes "pretensiones irrenunciables" sobre la soberanía de Gibraltar.
"Así llevamos 300 años" ha explicado la titular de Exteriores, que ha querido recordar que el conflicto en el peñón es una "cuestión más compleja, más amplia, y más funcional".
Una cuestión que se ha convertido en un conflicto internacional con fecha límite este 31 de diciembre, momento en el que, con el cambio de año, se haga efectivo el Brexit de Reino Unido de la Unión Europea, estando en el 'acuerdo de separación' la cuestión gibraltareña.
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"El principal escollo es buscar el encaje de la fluidez en la frontera" ha reconocido Laya, aunque ha lanzado un mensaje de tranquilidad a los exportadores y pescadores de la zona, asegurando que "pueden respirar tranquilos" porque sus costes no van a "aumentar exponencialmente; para evitarlo, se ha llegado a un acuerdo entre Londres y Bruselas".
Un acuerdo con Reino Unido que deberá incluir, tal y como ha asegurado la ministra de Exteriores, "un espacio de prosperidad compartida" a ambos lados de la Verja, asegurando que, si no se consigue un pacto, Gibraltar podría convertirse en una "frontera dura" de la UE.
"A menor escala, una de las consecuencias podría ser que se formen colas parecidas a las que hemos visto en Dover" ha lamentado la ministra, haciendo alusión al colapso del túnel del canal de la Mancha tras el cierre de la frontera francesa ante la nueva cepa del Covid-19.
"Frontera dura" de España ante la falta de acuerdos
Fuentes del departamento de Exteriores han aseegurado a El País que las negociaciones están paralizadas por la falta de entendimiento en el mismo punto, desde la semana pasada.
Y es que España admite que temporalmente sea la agencia europea de fronteras (Frontex) quien asuma el control de pasajeros en el puerto y aeropuerto de Gibraltar, pero destaca que Frontex debe depender y reportar a las autoridades españolas, ya que será España la que se responsabilice de que se cumplan las normas de Schegen en Gibraltar ante sus socios europeos.
Sin embargo, la jefa de la diplomacia española sí ha reconocido algunos de los puntos que ya se han establecido tras el brexit en Gibraltar, y que afectan directamente a los derechos de los gibraltareños a nivel europeo.
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Así pues, no se aplicarán a los gibraltareños los beneficios personales que el Brexit reconoce a los británicos; el Peñón quedará fuera del espacio aéreo europeo, y sus habitantes dejarán de tener acceso a la Seguridad Social española, necesitando un reconocimiento especial en sus documentos de circulación.
Las medidas sobre la materi laboral, el reconocimiento de cualificación profesional, acceso a la Universidad o subsidio de desempleo serán aprobadas este martes en Consejo de Ministros, estando preparadas para ser aplicadas en condiciones extremas, de no conseguirse un acuerdo in extremis con Reino Unido.