Mientras el Govern de Cataluña anda ocupado en proclamar su república bananera y precupado porque le llegue el dinero para mantener sus embajadas por el mundo con el fin de ensuciar el buen nombre de España, la portavoz de Torra opta por salvar el colapso económico en el que vive la población catalana echándole la culpa a España.
Madrid y Andalucía dejan retratado al Govern de ineptos que pululan en torno a Torra, y anuncian salvajes bajadas de impuestos. Y Puigdemont, con el mando a distancia, ordena a Torra llorar contra España, que esa suele ser una buena solución para tapar las propias miserias.
El colapso económico catalán
La portavoz del Govern ha puesto el grito en el cielo porque a la Generalitat no le salen las cuentas. Y ya se sabe que, cuando eso ocurre, nada mejor que recurrir a las arcas de España pidiendo adelantos. Meritxell Bundó habla de "ahogo económico", pide a España 1.300 millones y amenaza con no pagar las pagas extras de los funcionarios. Naturalmente, por culpa de Madrid. (¡¡Cataluña le reclama 1.300 millones de euros al Estado!!: "Estamos ahogados económicamente")
A todo esto se ha llegado en Cataluña por culpa de la "amenaza de intervención". Esa es la versión oficial. Y se quedan tan anchos. "Ni las universidades ni la sanidad ni el despliegue de más cuerpos de seguridad y emergencias; ni esas políticas que nos deben hacer avanzar serán posibles", ha dicho la portavoz. "Nos obligan a no poder generar más déficit que el permitido, a cumplir la regla del gasto, y cumplir con el tema de la deuda, de forma que si el Govern no cumple no se podrán devolver las pagas dobles que se restaron en 2013 y 2014 y abonar los incrementos salariales que corresponden a trabajadores de la Generalitat", ha dicho.
La ventaja de las otras autonomías respecto a Cataluña
¡Qué malotes son en España! Les obligan a no generar más déficit del permitido y a cumplir con las normas del gasto y la deuda... Como hacen todas las demás autonomías, cuya principal ventaja sobre Torra y su pandilla de acólitos gobernantes es que ellas no destinan ningún gasto a mantener y proteger prófugos de la justicia, no gastan en viajes a las cárceles, ni en mantener embajadas en medio mundo ni en dar vida a todo un aparato de propaganda del que viven muchos sin más objetivo que separar a Cataluña de España.
Y como todo eso cuesta dinero, al Govern de Torra no le llega para atender a las verdaderas necesidades de sus ciudadanos y nada mejor que culpar a España de su propia ineptitud. Y todo con la excusa peregrina de que pende sonre Cataluña una "amenaza de intervención". Les falta decir que esa amenaza pende sobre Cataluña y todos los que bordeen los límites de la legalidad con comportamientos golpistas.
La lección de Andalucía y Madrid
No es el caso de Andalucía y Madrid. Las dos comunidades autónomas gobernadas por el PP en coalición con Ciudadanos y Vox, han sacado los colores a Torra anunciando una bajada de impuestos que contrasta con el caos absoluto en el que vive Cataluña.
Juanma Moreno ha anunciado recortes en el IRPF y en los impuestos de vivienda y suprimirá el Impuesto de Patrimonio en Andalucía. E Isabel Díaz Ayuso, la nueva presidenta madrileña, ha confirmado la mayor bajada fiscal de la historia de Madrid". Y Moreno ha ido más lejos prometiendo que "el año que viene vamos a seguir bajando los impuestos, y así cada año de la legislatura".
España se dinamiza mientras Cataluña pierde comba y se empobrece mirándose el ombligo e invirtiendo en costosas empresas independentistas que no llevan a ningún lado.
Dependencia total de las arcas de España
La realidad es que el 82% de la financiación de la Generalitat de Cataluña llega a través de diferentes vías que tienen que ver con el gobierno de España. De hecho, el 74 % de la deuda que tiene contraída Cataluña sale de bolsillo de los contribuyentes españoles.
La deuda reconocida por la Generalitat de Cataluña en junio de 2019, era de 79.218 millones de euros, de los que más de 72.000 millones se afrontan con los mecanismos de financiación del estado. Es decir, que para salir del colapso económico, Cataluña necesita pedir ayuda a quien precisamente pretende dejar tirado con su independencia.
Y mientras llega ese momento, Torra, Puigdemont y quien mueva los hilos del Govern de la Generalitat seguirán reclamando justicia económica a España porque después de pagar el mantenimiento de 180 entes, empresas públicas, consorcios y fundaciones que dependen de la Generalitat y que cuestan 22.000 millones de euros, ya no queda dinero para afrontar los problemas "menores" de los catalanes: sanidad, enseñanza o infraestructuras.
Ese problema no lo tienen ni en Madrid ni en Andalucía.