La prohibición de Ancelotti por el derbi: no quiere que vuelva a suceder

Tras lo ocurrido en el partido contra el Alavés, el técnico italiano ha dejado claro que no tolerará más gestos o reclamos innecesarios hacia el árbitro, algo que ha sido común en los últimos encuentros. Ancelotti, con un tono serio y categórico, ha emitido una prohibición para evitar cualquier tipo de actitud que distraiga a sus jugadores de lo realmente importante: el fútbol.

El entrenador no quedó satisfecho con la actitud de su equipo durante el partido frente al conjunto vitoriano. Las constantes protestas generaron un ambiente en el que el control del encuentro se escapó de las manos del Real Madrid, algo que molestó profundamente a Ancelotti. Este comportamiento provocó un caos que puso en riesgo un partido que el Madrid parecía tener dominado, pero que acabó en incertidumbre. Tanto los jugadores como el cuerpo técnico quedaron atrapados en un torbellino de descontrol que casi les cuesta el empate en los minutos finales.

Ancelotti no ha dudado en hacer una advertencia tajante a sus jugadores:  no habrá lugar para comportamientos similares en futuros encuentros. Su molestia fue evidente, algo poco habitual en él desde que asumió el mando del equipo madridista. La pérdida de control en el campo, apoyada por el ambiente tenso desde la grada, hizo que el equipo transmitiera una sensación de debilidad. El técnico no quiere que esta situación se repita bajo ningún concepto, especialmente en un partido tan intenso y emocional como el próximo derbi madrileño.

De cara al enfrentamiento contra el  Atlético de Madrid, Ancelotti busca que su equipo se mantenga al margen de cualquier provocación o tensión innecesaria. Su mensaje es claro: la concentración debe estar exclusivamente en el balón, y no en el árbitro o en los gestos hacia la grada. Para el entrenador, el derbi  es una cuestión personal, y exige que sus jugadores mantengan la cabeza fría y los cinco sentidos en el juego. La prohibición de protestar y gesticular no es negociable, ya que quiere evitar cualquier señal que pueda desencadenar un clima hostil.

No habrá espacio para las protestas ni para el descontrol

Uno de los principales focos de atención será Vinicius Jr., quien volverá a ser el centro de las miradas en el Metropolitano. Ancelotti y su entorno han trabajado intensamente con el jugador brasileño para que entienda que los acontecimientos externos no deben desconcentrarlo ni afectar su rendimiento en el campo. Tras lo ocurrido ante el Alavés, es crucial que Vinicius se mantenga sereno y no ponga en peligro ni su participación ni el equilibrio del equipo. El derbi será una prueba clave para él, y su entrenador confía en que pueda demostrar madurez y control emocional.

Jude Bellingham  es otro jugador bajo la lupa. Los árbitros lo tienen en el punto de mira por sus frecuentes protestas, lo que ha generado cierta incomodidad entre el cuerpo arbitral. Aunque la situación de Bellingham parece tener una solución más sencilla, no es la primera vez que el inglés es expulsado por sus quejas, como ocurrió en la temporada anterior frente al Valencia. Ancelotti también ha trabajado con él para evitar que su temperamento lo lleve a situaciones comprometedoras.

A pesar de estas advertencias internas, el club no ha dejado de lado su campaña pública contra el  Comité Técnico de Árbitros  y la empresa responsable de la retransmisión televisiva de los partidos, debido a la falta de ciertas imágenes clave durante los encuentros. Aunque la batalla fuera del campo continúa, Ancelotti está decidido a que dentro del terreno de juego reine el silencio y la concentración, con el objetivo de evitar distracciones que puedan costar puntos valiosos.