El jugador del Barça, español, y que confiesa que no sabe hablar bien castellano

España es un país cuya lengua principal es el castellano, con el artículo 3 de la Constitución Española estipulando esto mismo, además de dejar en claro que es deber de todos los españoles el conocer esta lengua y su derecho a poder usarla.

Justamente esto es algo con lo que no ha cumplido Pau Cubarsí, jugador del Barcelona, confesando de manera reciente que le cuesta bastante hablar en castellano debido a hablar catalán toda su vida, comentando que ha estado practicando al mismo tiempo que se ha reído de una situación que no es nada humorística.

Otra vergüenza culé

El Barcelona no se detiene en dar más motivos para ser la burla de toda España y Europa,  donde ahora sus constantes humillaciones deportivas no son el único problema del que deben preocuparse tras la revelación de Cubarsí, con su incapacidad para hablar castellano siendo preocupante.

Es entendible que, con 17 años de edad, el jugador todavía esté en proceso de aprendizaje sobre varias cuestiones, pero es sumamente inaceptable la actitud que ha tomado al realizar esta grave confesión, restando importancia a un tema que amerita, ante todo, seriedad.

Como lo estipula la Constitución Española, Cubarsí tiene el deber de conocer el castellano, donde en caso de no hacerlo estaría avergonzándose a sí mismo y, de nueva cuenta, al Barcelona, siendo otra penosa situación que ahora refleja la falta de educación de los culés.

El ejemplo del Barcelona

A lo largo de las últimas temporadas, el Barcelona ha sido un ejemplo perfecto de lo que no se debe hacer en caso de buscar el éxito, con el club blaugrana teniendo una fuerte crisis económica, una gestión lamentable de parte de Joan Laporta y ahora, una educación inexistente para Cubarsí.

Todas estas cuestiones son parte del ejemplo que ha estado dando el Barcelona, un equipo completamente perdido que ahora se dedica a competir con el mismo para determinar la siguiente humillación que tendrá, con Cubarsí siendo otra más de las humillaciones culés.