Un ex del Madrid, implicado, pone en jaque el fútbol: marca un antes y un después

El conflicto legal de Lassana Diarra, que data de 2014, podría tener un impacto profundo en las normativas de transferencias de jugadores a nivel mundial. Según un reciente comunicado del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), el caso plantea dudas sobre la legalidad de varias normativas de la FIFA, en particular el  Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores (RSTP). Se espera que el juicio, programado para el 4 de octubre, sea decisivo para el futuro del sistema de fichajes.

El problema comenzó cuando Diarra, que en ese momento jugaba en el  Lokomotiv de Moscú, se encontró en medio de una disputa contractual. A pesar de tener un año más de contrato con el club ruso, el jugador se mostró insatisfecho con una reducción salarial. Poco después, su contrato fue rescindido unilateralmente, lo que dejó a Diarra fuera de juego durante la temporada 2014/15.

Por su parte, el Lokomotiv Moscú acusó a Diarra de incumplir el contrato y llevó el caso ante la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA, reclamando una compensación de 20 millones de euros. La FIFA falló inicialmente a favor del club ruso y ordenó a Diarra pagar 10,5 millones de euros. El jugador, sin embargo, decidió apelar, llevando el caso al TJUE.

El centro del debate es el artículo 17 del RSTP de la FIFA, que regula la responsabilidad solidaria del nuevo club en caso de que un jugador rompa su contrato sin justificación. Esta norma tiene como objetivo proteger a los clubes de despidos injustos y evitar que otros equipos incentiven a los jugadores a rescindir sus contratos de forma unilateral.

Este caso se asemeja al de  Christian Cueva y el Santos de Brasil, donde el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) obligó al jugador y al club mexicano Pachuca a pagar una compensación de 3,7 millones de euros por la salida injustificada del jugador en 2020.