Desvelan el curioso apodo que se ganó Raúl al ser entrenador en el vestuario
El Real Madrid Castilla atraviesa un momento complicado mientras se enfrenta al Alcorcón, uno de los equipos más fuertes
En este contexto, todas las miradas están puestas en Raúl González, su entrenador. El filial ocupa el decimoquinto lugar en el Grupo 2 y necesita sumar victorias para alejarse de los puestos de peligro.
Además, los rumores sobre la continuidad de Raúl en el banquillo se intensifican. alimentados por informaciones que apuntan a que podría no seguir en el equipo la próxima temporada. Sin embargo, el técnico parece mantenerse al margen de estas especulaciones, enfocado en su trabajo.
Raúl comenzó su carrera como entrenador en 2018, cuando se hizo cargo del Cadete B del Real Madrid. y posteriormente del Juvenil B tras la salida de Álvaro Benito.
Desde entonces, su camino ha estado ligado al Real Madrid Castilla, donde lleva seis temporadas al frente. Su gran objetivo es llegar a dirigir al primer equipo, una aspiración que nunca ha ocultado.
A pesar de que en la temporada 22-23 estuvo cerca de lograr el ascenso a Segunda División. tras una dura derrota ante el Eldense en los playoffs, siempre ha habido debates sobre su desempeño.
Policía más que entrenador
Varios exjugadores del filial, como Guillem Rodríguez, destacan la influencia de Raúl tanto dentro como fuera del campo. Su enfoque en transmitir el "ADN madridista", basado en el respeto y la humildad, ha sido una constante en su estilo de liderazgo.
Impone normas estrictas, como la vestimenta adecuada y la actitud modesta en el campo, para enseñar a sus jugadores valores más allá del fútbol. Diego Altube, exjugador del Castilla, lo describe como un entrenador disciplinado que prioriza formar buenas personas, además de buenos jugadores. Algo que lo hizo parecer un policía.
Raúl se preocupa por el aspecto mental y físico de sus jugadores, exigiendo siempre el máximo esfuerzo en los entrenamientos. Jugadores como Sergio Santos y Sergio Arribas han destacado cómo su confianza y exigencia les ayudaron a mejorar. Durante los partidos, se le ve constantemente dando indicaciones desde la banda, demostrando su carácter competitivo.
Aunque su futuro en el banquillo del Castilla es incierto, lo que está claro es que Raúl se siente en casa en el Real Madrid. A pesar de haber recibido ofertas de otros equipos, sigue comprometido con su labor en el filial.
Los jugadores y excompañeros coinciden en que su objetivo final es dirigir al primer equipo, y consideran que debería tener la oportunidad debido a su profundo conocimiento y lealtad al club. Mientras tanto, Raúl sigue trabajando con la misma dedicación. consciente de que gestionar a un grupo de jóvenes talentos no es tarea fácil, pero es algo en lo que ha demostrado ser muy capaz.
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