A sus 45 años, Freddie Mercury ya lo había vivido todo. Nacido en el Zanzíbar del protectorado británico en el seno de una familia parsi, Farrokh Bulsara se cambió el nombre para luego vivir una vida plagada de éxitos encima de los escenarios.
El 'Dios del Rock' disfrutó de varias relaciones a lo largo de su vida, pero también engañó y fue traicionado por quienes menos se esperaba.
Casi 25 años después de su muerte, su legado resucita con el primer biopic cinematográfico de Queen, un recuerdo que se plasma en 'Bohemian Rapsody', que pese a su gran acogida global ha provocado cierta polémica entre los adeptos del cantante, que ven el audiovisual como una venganza tardía contra Mercury.
Roger Taylor no sabía muchas cosas
El batería del grupo, Roger Taylor, desveló después de la muerte del vocalista que había muchas cosas de Freddie que el resto del grupo no sabía.
"Estábamos muy unidos como grupo, pero había cosas de Freddie que nosotros no sabíamos", declaró.
Pero tanto el propio Taylor como el guitarrista, Brian May, participaron directamente en el guión de la película citada anteriormente.
Pero en su interés de reivindicar el legado del cantante, el audiovisual pasa de puntillas por desmadres como la famosa fiesta con camareros desnudos y enanos con bandejas de cocaína.
La peli intenta mostrar su personalidad
El 'film' intenta recoger la peculiar personalidad del vocalista, que según May exigió a la banda más intención y coherencia.
"No os estáis vistiendo como toca, no estáis apelando correctamente a la audiencia, siempre hay oportunidades para conectar", pedía Mercury a sus compañeros.
Críticas cuando contrajo el VIH
Donde más críticas ha recibido la película es en el momento en que Freddie Mercury contrajo el sida. Según la versión de este 'homenaje' al cantante, los hechos tuvieron lugar justo antes del Live Aid, lo que sirve de pretexto para añadir dramatismo al desenlace del biopic.
"He procurado mantener oculta esta situación para proteger mi vida privada y la de quienes me rodean, pero ha llegado el momento de que mis amigos y fans de todo el mundo conozcan la verdad, y espero que todos se unan a mí, a mis médicos y a todos cuantos luchan por combatir esta terrible enfermedad, para luchar contra ella", anunció públicamente el cantante el 23 de noviembre de 1991, incapaz de justificar su deteriorado aspecto. Un día después de comunicarlo, murió.
Según su asistente personal, Peter Freestone, Mercury no quería que la gente escuchara sus canciones condicionadas por su estado de salud, lo que le llevó a mantener su enfermedad absolutamente en secreto. Por ese hecho, su familia no se enteró de que era seropositivo hasta el último año de su vida.
"Probablemente ya os hayáis dado cuenta de cuál es mi problema. Bueno, eso es todo y no quiero que nada sea diferente. No quiero que se sepa. No quiero hablar de ello. Solo quiero seguir adelante y trabajar hasta que me caiga", cuenta Brian May, reproduciendo palabras textuales del gran y mítico vocalista de Queen, Freddie Mercury.