Sergio Ramos es historia viva del Real Madrid, y parecía que sería en el club blanco donde acabaría su carrera deportiva. Cuando las negociaciones parecían algo encarriladas para que el sevillano renovara su contrato hasta que decidiera retirarse, se produjo un anuncio inesperado: Sergio Ramos ponía fin a quince años vistiendo la camiseta del Real Madrid.
Durante más de una década, el jugador andaluz había creado un sentimiento muy grande en la grada, especialmente con actuaciones como la de la Décima. Pero la falta de entendimiento entre Florentino Pérez y Sergio Ramos, cuyas exigencias económicas eran demasiado grandes para la situación pandémica que tanto daño sigue haciendo a día de hoy a muchos clubes, provocó finalmente su salida por la puerta de atrás.
Este gesto no sentó muy bien a los madridistas, quienes rápidamente entendieron que Sergio Ramos había preferido el dinero a jugar en el mejor club del mundo. Su destino fue el Paris Saint-Germain, que por esas mismas fechas también comenzó a sondear a Leo Messi para incorporarlo a las filas parisinas y construir un "equipazo" con el que aspirar a títulos tan importantes como la UEFA Champions League. Pero la realidad es bien distinta hoy por hoy en París.
El club presidido por Nasser Al-Khelaïfi no fue capaz de superar la eliminatoria ante el Real Madrid a pesar de contar con una de las mejores plantillas de Europa, con la ausencia sobre el campo de un desaparecido Leo Messi y con Sergio Ramos que acompañó al equipo desde la grada por sus constantes lesiones. Este aspecto fue definitorio en la oferta que el Real Madrid le hizo a Sergio Ramos, y que al final acabó por desaparecer y perder su vigencia.
El estado físico del camero durante su última temporada en el Real Madrid había sido más que discutible. Sus constantes lesiones provocaron que Éder Militão se viera obligado a tomar el timón de la defensa del Real Madrid y absorbiera una carga de minutos que había sido ajena para él hasta ese momento. Esta alarmante falta de juego no pareció preocupar a los directores deportivos del Paris Saint-Germain, que decidieron incorporar a Sergio Ramos a pesar de que este estaba lesionado y no podía incorporarse a la dinámica del equipo nada más aterrizar en París.
Los constantes avisos que se hacían desde Madrid señalando el delicado estado de Sergio Ramos fueron desoídos en incontables ocasiones por una amplia sección de la comunidad futbolística, hasta que fue pasando el tiempo y el camero no debutaba. Fue en ese momento cuando empezó a cobrar sentido todas las estrategias que Florentino Pérez había trabajado durante el proceso de renovación de Sergio Ramos: una supuesta renovación a la baja era, a ojos del presidente, compatible con la permanencia una temporada más del andaluz y con la buena marcha del equipo en defensa.
Aun así, la negativa de Sergio Ramos a renovar con el Real Madrid provocó que el sevillano abandonara el club donde se había consagrado como uno de los mejores centrales de todos los tiempos. Su llegada al Paris Saint-Germain, afectada por las constantes lesiones y la poca paciencia de los aficionados parisinos, le ha granjeado más pitos que aplausos. Pero el Real Madrid y Sergio Ramos desean reconciliar su relación.
No obstante, el club blanco cierra la puerta a un regreso de Sergio Ramos al banquillo del Real Madrid. En caso de retornar al club de Concha Espina, lo haría como embajador. Prácticamente todas las esferas del madridismo dan por concluida la etapa deportiva de Sergio Ramos en el Real Madrid. Una época para la historia que podría haber tenido el más feliz de los finales y que, sin embargo, está acabando como una pesadilla para el jugador sevillano.