"Impecable, completamente neutral, respetando los poderes del Estado y de una prudencia exquisita".
Así ha definido el ex presidente del Gobierno, Felipe González, las actuaciones del Rey Felipe VI, asegurando que "no hay nada que reprochar" en la actitud ni los actos del monarca.
Una defensa del ex presidente socialista al monarca que llega después de que se vetara la visita del Rey a Barcelona, y después de que Pablo Iglesias y Alberto Garzón, miembros del Gobierno del también socialista Pedro Sánchez, cargaran contra el monarca.
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Para el ex líder socialista, Garzón "tiene un gran privilegio, y es que tiene un ministerio que mucho trabajo no le da", lo que le da la posibilidad de "tener mucho tiempo para pensar en otras cosas".
"Cuando uno no tiene capacidad para enfrentar problemas reales, es una buena solución buscarse otro problema para distraer" ha criticado a Iglesias y Garzón.
Una crítica frontal al ministro que, sin embargo, engloba también a gran parte del partido socialista, que ha evitado contradecir a sus socios del Gobierno. "Da miedo pensar hasta qué punto se puede sectarizar la opinión" ha lamentado González.
Un apoyo al Rey que también ha sido expresado por el también ex presidente Mariano Rajoy de forma casi paralela en otro acto, y que vuelve a poner contra las cuerdas a Pedro Sánchez, a su Ejecutivo... y a Meritxell Batet.
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La Presidenta del Congreso, contra las cuerdas
Y es que Meritxell Batet, socialista y Presidenta del Congreso de los Diputados, ha "tolerado", según critica el Partido Popular, continuos ataques contra el monarca en la Cámara, haciendo los populares especial hincapié en las "expresiones ofensivas e inaceptables" de Gabriél Rufián sobre el Rey Felipe VI, asegurando que el monarca había sido "votado" por Franco, y era el diputado nº53 de Vox.
Así pues, los de Pablo Casado han presentado una queja formal a la presidenta, exigiéndole que rechace "de forma contundente" estas agresiones dialécticas, y que retire del diario de sesiones las expresiones utilizadas por Rufián y los suyos contra el monarca.
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Algo que, por el momento, la presidenta de la Cámara ha evitado hacer, afirmando que estas declaraciones se encontraban dentro del marco de la "libertad de expresión", siguiendo así la línea marcada por el Ejecutivo socialista con respecto a la defensa de la Corona.
Nuevamente, el PSOE de Sánchez vuelve así a posicionarse en una línea difusa, buscando el apoyo constante de su aliado de Gobierno, a la vez que intentando no enfadar a sus votantes, cada vez más descontentos con la estrategia de Sánchez de dejar solo al Rey. Un nuevo PSOE que poco tiene que ver, lamentan barones socialistas, con el PSOE tradicional, democrático y fiel a la Corona.
"Según el presidente del Gobierno, lo responsable es atacar al Rey y lo irresponsable es defenderlo; es el mundo al revés" se lamentaba Pablo Casado.