"Todos somos Ucrania [...] todos, en la UE y en la OTAN, estamos unidos, con mayúsculas". Con estas palabras, Margarita Robles ha confirmado el compromiso de España, no solo con Ucrania, sino también con los socios europeos y de la OTAN frente a la amenaza rusa.
Una amenaza ante la que la ministra socialista, a pesar del rechazo de sus socios de Gobierno, no ha dudado en asegura la "participación de las Fuerzas Armadas españolas en el exterior, en favor de la seguridad, la estabilidad y la paz internacionales".
Palabras con las que Robles ha destacado que España enviará más armamento a la resistencia ucraniana, de ser necesaria, y permanecerá en estrecho contacto y colaboración con el resto de países de la OTAN.
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Demostración de fuerza y compromiso de la ministra socialista que no ha sorprendido en la opinión pública, que encuentra en la ministra de Defensa a una de las personas más válidas del Gobierno.
Sin embargo, poco se conoce de la vida personal de Margarita Robles, aunque los pocos detalles que se conocen no hacen más que confirmar la visión prudente y precavida de la que hace gala en todas sus intervenciones políticas.
Dieta saludable y risoterapia
Responsable y exigente desde pequeña, Margarita Robles prefería quedarse en casa haciendo los deberes, mientras su hermano, actualmente médico, decidía salir a jugar en la calle.
Una seriedad que la llevó a estudiar Derecho, como su padre, en la Universidad Central de Barcelona, convirtiéndose, con apenas 25 años, en la número uno de su promoción en las oposiciones, consiguiendo posicionarse como la cuarta jueza de España
Siguiendo con esa estela, la socialista consiguió convertirse en una de las primeras magistradas del Tribunal Supremo, y la primera presidenta de una sala de la Audiencia Nacional en 1996, así como la primera vocal del Consejo General del Poder Judicial en 2008, años antes de llegar a la Moncloa, donde se convertiría en la tercera ministra de Defensa de la democracia, después de Carme Chacón y María Dolores de Cospedal.
Sin embargo, la política no es todo lo que tiene Margarita Robles en su vida: y es que la socialista se confiesa una gran amante de la vida saludable, acudiendo al gimnasio dos o tres veces por semana, y siendo una gran apasionada de la alimentación saludable.
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Vida sana que acompaña con buenas sesiones de risoterapia, los cuales le ayudan a sobrellevar los malos momentos que vive como política, así como los episodios de agobio que le produce ser una gran hipocondríaca.
Del mismo modo, lleva una discreta vida de soltera y sin hijos, ocupando su tiempo con la lectura, siendo una gran aficionada a esta práctica, y con visitas habituales a Asturias, donde posee una casa en Candás que se ha convertido en su discreto y particular refugio.