74 años, y una vida llena de quehaceres. Teatro, dirección, cultura, cine... y mucho deporte.
Así es la vida de Pedro Ruiz: actor, director, escritor y deportista, que se define a sí mismo como un ser vivo que no para un instante de moverse para que no le salgan "telarañas"... ni por dentro, ni por fuera.
"Me tiro del trampolín de casa todos los días, aunque sea invierno y haya dos grados bajo cero. Porque lo hago desde niño: yo era saltador de trampolín en Barcelona; he sido deportista, lo sigo siendo. Hago lo que puedo: tengo una piscina exterior, helada, y me baño todos los días del año, una o dos veces. Todos los días, aunque tenga fiebre" ha asegurado.
Una confesión que haría que muchos se echaran a temblar de frío, o de falta de motivación, pero que hace que el actor, a sus 74 años, pueda presumir de mantener el físico envidiable de su juventud.
"Sales despejado, sales limpio de la cabeza... puedes entrar con fiebre, y te la quita, si tienes costumbre" ha explicado. "Yo no invito a nadie a que lo haga; yo lo hago porque me viene bien. Sobre todo, porque el agua fresca reconecta todo rápido, te limpia la cabeza, los nervios... el shock te obliga a defenderte, y el sistema inmune te lo potencia muchísimo" asegura.
Más allá de mantener su físico, su sorprendente declaración deja a más de uno sorprendido... más aún en una temporada tan complicada en el terreno de la salud como es la pandemia del Covid-19 en la que vive el mundo entero desde hace más de un año: "yo apenas cojo resfriados. Llevo 30 años sin hacerme un análisis de sangre".
Pero no es el trampolín el único que tiembla ante la presencia de Pedro Ruiz.
P: Tú de deporte sabes mucho... nos han comentado que estuviste entrenando con los veteranos del Real Madrid.
R: Yo jugaba al fútbol de crío, y jugaba en los infantiles del Barça. Suspendí cuatro asignaturas un año, y mi padre me quitó. Cuando volví, me mandaron a un equipo menor.
Ya luego, cuando me dediqué al espectáculo, a todo lo que hago, volví a entrenar con los veteranos del FC Barcelona, porque soy de allí; cuando me vine a Madrid, entrenaba con los del Real Madrid y los del Barça: creo que soy el único que tiene una taquilla en ambos, y estoy contento de no ser militante de ninguno de los dos. A mí me gusta jugar.
Cuando veo el fútbol, lo veo sin sonido y con una guitarra. No me apasiona, no soy fanático. La palabra 'fanático' me parece terrible: me parece la ceguera de un estúpido.
P: Así que todas las polémicas que ha habido recientemente, con los penaltis, las manos... ¿apagas el televisor?
R: Es un juego. Mano o no mano... es un juego más. No da para más.
P: ¿Y tienes alguna anécdota...?
R: Hay una... de las muchas, que es muy vigente, de las últimas veces que he jugado con el Real Madrid, que jugué con Zidane. Un día, jugaba en su equipo, y yo estaba de extremo. Empezó a hacerme pases muy largos, de unos 50 o 60 metros, y yo corro más de lo que debería... y de pronto, durante esos pases, Morientes, que iba en nuestro equipo, empieza a decir: "Zizou, lo vas a matar".
De modo, que termina el partido, y yo me habría hecho 8 o 10 carreras largas; me acerqué a él y le dije: "Zizou, que tengo 68 años...", y él me respondió, divertido y caballero: "por eso lo he hecho, para ver cómo se llega".
P: Así que... ¿Zidane es un caballero?
R: Es un caballero. Es un tipo que da gusto; muy elegante.
P: Si te pido que me digas tres caballeros que hayas conocido, en política, cultura o deporte... sin contar con Zizou.
R: Bueno, no conozco a Rafa Nadal, pero lo es. Conocí a Kubala, que también; Butragueño a su manera, también lo es. En el ámbito cultural tengo la suerte de conocer a muchísima gente... entre otros, a Serrat, a Raphael... los dos son caballeros.