Bruselas ha llamado al orden a Pedro Sánchez por sus arbitrarias medidas de restricción en los viajes de los ciudadanos.
La Comisión Europea ha reclamado al gobierno español "más coherencia". "La recomendación propuesta por la Comisión y adoptada por los estados de la Unión dice claramente que, dado que la transmisión y riesgo es similar para los viajes domésticos y los transfronterizos, los Estados miembros tendrían que asegurar coherencia entre las medidas aplicadas a los dos tipos de viaje", ha manifestado el portavoz de Justicia del ejecutivo comunitario, Christophe Wigand.
Fronteras abiertas y comunidades cerradas
Y es que en Europa no ven clara la apertura de fronteras decretada por España mientras sus ciudadanos tienen prohibido desplazarse entre comunidades. El gobierno de Sánchez ha decretado de cara a Semana Santa el cierre perimetral de sus comunidades autónomas. Es su manera de frenar la transmisión del Covid-19. Sin embargo, estas restricciones no son válidas ni para Baleares ni para Canarias y además la frontera queda abierta para viajes no esenciales con otros paises de la UE como destino.
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La Unión Europea no acaba de entender que en España las fronteras estén abiertas mientras sus ciudadanos no pueden desplazarse entre comunidades autónomas. Que los ciudadanos españoles sean sobreprotegidos para evitar la transmisión del virus mientras se produce barra libre para la entrada de turistas extranjeros, aumentando así el riesgo de contagio, porque muchos de ellos llegarán de países con una situación epidemiológica peor que la que se vive en España.
El Gobierno balear, a través de su consejero de Turismo, Iago Negueruela, ha pedido al Gobierno de España que “controle uno por uno” a todos los viajeros internacionales que llegan a las islas y que “garantice” que no están contagiados. Mientras tanto, la Unión Europea insiste en que en estas fechas “nos jugamos vidas y nuestra economía”, advirtiendo del rápido contagio y del riesgo “exponencial” que supone la cepa británica.
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El contrasentido es que los gobiernos autonómicos cierran perimetralmente sus territorios, pero no pueden evitar la llegada de turistas extranjeros. Es una clara apuesta por la economía que va en contra de la salud.
De hecho, el único requisito que tienen los viajeros europeos es la obligación de presentar una PCR negativa, mientras a los ciudadanos españoles se les acribilla a multas si son sorprendidos cambiando de comunidad.