Cada vez son más las cosas que puede hacer un teléfono móvil. Tradicionalmente, este artilugio se creó para poder comunicarnos por teléfono fuera de casa, alejados de cables, e incluso para intercambiar algún SMS si así fuese necesario. Con la llegada de internet y la rápida instauración en nuestra sociedad, hoy en día resulta complicado pensar en algo que no pueda hacer un teléfono móvil.
Se ha creado una dependencia enorme a ese aparato, e incluso son muchos los puestos de trabajo que dependen directamente de este artilugio. Así pues, su relación con la sociedad es vital y parece inconcebible pensar en un mundo sin Iphone, Sony o Samsung.
Sin embargo, dentro de tanta modernidad y con tantas posibilidades que ofrecen los nuevos teléfonos móviles, ahora la conocida como 'Generación Z', aquella que ha sido capaz de repescar los pantalones de campana, los pantalones vaqueros de tiro bajo, las prendas de pana o las cámaras desechables, se ha obsesionado con un 'nuevo' artilugio.
Se trata de un producto vintage que nació a mitad de los años 90: el teléfono móvil plegable. Actualmente algunos de estos dispositivos pequeños y manejables están en el mercado por unos 20 dólares, lo que ha causado furor entre los jóvenes por ser tan accesible.
En Tik Tok, la red social de moda, los teléfonos plegables son la nueva sensación, donde los jóvenes publican vídeos enseñando al mundo como abren y cierran las carcasas de sus rudimentarios teléfonos móviles.
Algunos de los usuarios de estos 'nuevos' aparatos aseguran que optan por utilizarlos porque, al tener funciones muy obsoletas, les permite mantenerse alejados del 'ruido' de la sociedad actual y desconectar. Este nuevo concepto de utilización de teléfonos antiguos se le conoce como 'Revolución del teléfono plegable'.
Por lo tanto, es cada vez más habitual pasear por la calle y ver a jóvenes con el teléfono pegado a la oreja para comunicarse con quien así desé, dejando de lado las aplicaciones de mensajería rápida o los audios.