A los perros les gusta el agua... pero con condiciones.
Correr a tirarse al río congelado, bañarse en la playa... ¡¡les encanta¡¡ Eso sí, cuando toca el baño tradicional, con jabón, para estar bien limpios, en la bañera o en la ducha... el agua parece un enemigo del que salir corriendo.
Y en ese momento, casi imitan a los gatos.
"¿Por qué me haces esto?"
El protagonista de nuestra historia no tenía muchas ganas de bañarse... pero sí de comer.
Así que sus humanos idearon un plan: prometiéndole comida.. ¡¡¡acabó empapado y lleno de jabón!!
Su cara al descubrir la enorme traición no tiene desperdicio... ¡¡cuánta tristeza!!
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