Un ladrón con buen corazón. O al menos con ética. Robó un vehículo a un orfanato de niños discapacitados en Troitsk, Rusia.
Tras enterarse por televisión de a quién le robó el coche, decidió devolverlo para no causar un doble daño. Escribió una nota con la ubicación del vehículo.
Los papeles estaban en el interior
Y no solo eso. Reparó la cerradura y dejó las llaves en su interior. Ese coche era el único del que disponía la organización. Fue regalado hace un par de años por un diputado.
El director del orfanato, Jamzat Malságov, explicó que ere vehículo era el único medio que tenían para llevar a los menores a los centros médicos. El hermano del director recibió la nota con la ubicación.
De mala suerte a buena suerte
El coche apareció en una estación de tren en Nazrán. Ahora, el orfanato cuenta con dos automóviles, ya que el diputado regaló otro automóvil al enterarse de lo ocurrido.
Aunque el ladrón ha deshecho su fechoría, la policía sigue buscándole.