Harold Shipman era un asesino en serie escocés que pasó a la historia por el apodo que le pusieron como 'Doctor Muerte'.
Y es que se trataba de un especialista que en vez de ayudar a sus pacientes, lo que hacía era quitarles la vida de una forma muy macabra.
Las personas que se ponían en sus manos, además de tener un triste final, previamiente eran obligadas a firmar un testamento en el que no se responsabilizaba al doctor en ningún momento de su muerte.
Por lo que fue a partir de la larga lista de víctimas que Harold fue propiciando cuando los forenses comenzaron a abrir una investigación sobre las causas de las muertes.
Como resultado obtuvieron que se trataba de un necrófilo, ya que estaba obsesionado por la destrucción de todos los seres humanos. Este mantenía una lucha en su interior por convertir a todos los seres vivos en muertos.
Y es que se trata de un trastorno que puede empezar con la simple curiosidad de saber qué pasa cuando una persona pierde la vida.