El miedo a las alturas se considera uno de los temores más comunes y por el que sus pacientes no pueden subir a altas azoteas ni volar en avión.
Y es que se trata de una respuesta normal del organismo al pensar en una posible caída que pueda dañar a la persona o causarle la muerte.
Este es un miedo que cuando se convierte en un temor incontrolable se denomina acrofobia y sufre cerca de un 10% de la población.
Por lo que los síntomas pueden variar desde palpitaciones excesivas, tensión muscular y preocupación hasta dificultad para respirar, pérdida del control e impulso de huir.
De hecho, esta es una situación que se genera a partir del oído interno, ya que se relaciona con el sentido del equilibrio y se puede dar por alguna situación traumática del pasado.
¿Cómo evitar el miedo a las alturas?
La acrofobia se puede tratar con diferentes métodos para disminuir los síntomas en la persona.
Entre ellos está la exposición progresiva a estos eventos de altura, donde se emplea la visualización antes de enfrentarse a situaciones reales.
Además existen dispositivos de realidad virtual que se utilizan satisfactoriamente para ayudar a lidiar con el miedo a las alturas.
Es importante que estas terapias se apliquen de manera progresiva y con la supervisión de un profesional, pues si no se controla adecuadamente puede resultar en un trauma para el paciente.