El Barcelona lleva unos años buscando un delantero de nivel para tener 'repuesto' a Luis Suárez.
Y desde 2017, los candidatos no le han faltado al club azulgrana: desde Lautaro Martínez (Inter de Milán) a Harry Kane (Tottenham),
El perfil de delantero deseado está más que prefijado: un jugador que, además de cumplir de 'nueve', pueda cubrir otras zonas de la línea de vanguardia con la misma efectividad.
Dentro de las opciones valoradas por el Barça, destacaba Marcus Rashford, del Manchester United; un joven jugador, de tan solo 21 años, que gustaba y mucho al Barcelona, y que podía crecer en el club catalán a la sombra de Luis Suárez.
El vértigo del jugador inglés acabó provocando el 'no'
En 2018, todo parecía indicar que el jugador estaba destinado a vestir la camiseta de Bartomeu.
La situación convulsa que atravesaba el Manchester United alentaba los acercamientos del Barça. También ilusionaba al jugador, que se mostró muy interesado en recalar en el Camp Nou.
Tanto, que los hermanos del jugador, que actuaron como sus agentes, casi daban por firmado el acuerdo con los responsables de área del club azulgrana, forzando la salida del jugador inglés del United poco antes de terminar su contrato en 2019.
Sin embargo, fue el jugador inglés el que, finalmente, dio un paso atrás.
El hecho de tener que cambiar a un fútbol diferente, más europeo, con un vestuario lleno de estrellas, una lengua distinta... cambios que fueron más fuertes que las ganas del jugador, que finalmente renovó tres años más al abrigo de Ole Gunnar Solskjaer, el entrenador del United que le aprecia, y mucho. (¿Se queda o se va? Messi ya ha decidido sobre su futuro en el Barça)
También ayudó la oferta tentadora del equipo de Old Trafford, que ante el miedo de perder al jugador, le ofreció 280.000 euros por semana durante los siguientes cinco años.