Los incidentes protagonizados este lunes durante las manifestaciones por el aniversario del 1-O en Barcelona dejaron 43 heridos leves.
Según ha informado este martes el Sistema d'Emergències Mèdiques (Sem), hicieron 43 asistencias, todas de carácter leve y sin ningún traslado a centro sanitario, principalmente de agentes del dispositivo de los Mossos d'Esquadra.
Los incidentes se centraron principalmente a las puertas del Parlament, ya entrada la noche, cuando un grupo trató de irrumpir en el edificio, y ante la Jefatura Superior de la Policía en Via Laietana.
El calendario de una jornada nefasta
Las protestas convocadas por los CDR dieron comienzo a las siete de la mañana buscando el factor sorpresa con cortes en la Ronda de San Pedro, Gran Vía, Diagonal, Aragón y Via Laietana. Luego el foco se trasladó a la sede central de La Caixa en las torres negras de La Diagonal, ante el edificio del Banco de España y la sede de Fomento del Trabajo.
Mientras eso ocurría en Barcelona, en Girona se ocupaban las vías de la estación del AVE y se cortaban las carreteras en la A-2 a la altura de Sant Andreu de la Barca y en la AP-7 en Hospitalet de l´Infant, levantando las barreras de los peajes mientras se colocaba una estelada y se retiraba la bandera de España de la delegación del Gobierno en Girona.
A mediodía tuvo lugar una manifestación de estudiantes universitarios, con una asistencia de 13.000 personas. A la vez, 600 miembros de los CDR se personaban ante la sede de la Bolsa mientras alguno de ellos se encadenaba.
180.000 manifestantes convocados por ANC
Por la tarde la Guardia Urbana cifra en 180.000 los manifestantes congregsados por la ANC reclamando la instauración de la República Catalana ante el Parlament y abucheando a Quim Torra por considerar que ha traicionado a su pueblo. Fue en ese momento de tensión cuando un grupo de salvajes intentó asaltar el Parlament lanzando vallas contra los policías. Los Mossos no tuvieron más remedio que cargar contra los manifestantes sobre las nueve de la noche ante el Parlament.
Todo esto ha sucedido después de que Quim Torra se dirigiera por la mañana a los revoltosos en Sant Julià de Ramis (Girona) para animarles a cometer sus fechorías: "Apretáis, y hacéis bien apretando", les dijo. Lo que ha generado un terremoto político porque no queda clara la posición del presidente de la Generalitat, si está con las fuerzas del orden o con los salvajes.