Partido Popular y Ciudadanos se presentarán, oficialmente, de forma conjunta a las elecciones vascas, que se celebrarán el próximo 5 de abril.
Asi se ha firmado en un acto privado entre los dos partidos, al que han asistido Pablo Casado e Inés Arrimadas, contando el documento con las rúbricas del secretario general del PP, Teodoro García Egea, y de su homólogo en la Gestora de Ciudadanos, José María Espejo.
La coalición entre ambos partidos se llamará 'PP + Cs', las siglas de los dos partidos en sus correspondientes colores, y la suma en ambos.
Lo que se sabe del documento
El acuerdo afirma que Ciudadanos tiene garantizados "dos puestos de salida".
También recoge, de forma expresa, la "aceptación del concierto económico vasco como instrumento vigente para asegurar la libertad, estabilidad, cohesión y desarrollo de los ciudadanos del País Vasco", pese a que Ciudadanos estaba en contra de mantener este tipo de privilegios autonómicos. Eso sí, se mantendrá "desde los principios de máxima transparencia y respetando la solidaridad entre todos los españoles".
El documento entregado a la prensa afirma que no recoge en ningún momento si Ciudadanos ocupará el nº2 en Vizcaya y Álava, aunque sí deja constantado que el cabeza de lista por la coalición "será designado por el Partido Popular".
Gran enfado de Alfonso Alonso
Precisamente estos dos últimos puntos del acuerdo son los que ahora se encuentran en un momento de gran tensión.
Alfonso Alonso, presidente del PP por el País Vasco, no asistió a la reunión con los de la formación naranja, que se negó a trasladarse a madrid después de un enfrentamiento con el número dos del PP.
Según las informaciones, el conflicto dentro del partido de Pablo Casado comenzó con la 'promesa' a Cs de que ocuparían los números dos en Vizcaya y Álava, de lo que Alonso se enteró por una rueda de prensa de Ciudadanos, y generó una monumental bronca con la dirección nacional. (El ministro chaquetero de Pedro Sánchez)
Alonso afirmó que no aceptaría las condiciones del partido naranja, y que no firmaría un documento del cual desconocía el contenido, por lo que la dirección general de su partido tomó las riendas de la negociación y firmaron en su ausencia.
Pese al malestar reinante, ya que los líderes populares no han vuelto a hablar desde la firma, Alonso ha asegurado a fuentes cercanas a La Vanguardia que sigue abierto a hablar con Casado o García Egea sobre el asunto, por lo que la paz podría volver al partido azul, y Alonso convertirse en el cabeza de lista de la coalición que no quiso rubricar.