Con la llegada de la época fría del año, en otoño-invierno, el cuerpo comienza a sentirse más debilitado y se empiezan a reducir las vitaminas.
Y es que estas tienen una parte fundamental en nuestra salud, ya que proporcionan la actividad física y mental necesaria para que los órganos y el sistema inmunológico realicen a la perfección su trabajo.
Además, la falta de vitaminas en el organismo puede generar grandes problemas que van desde tener en mal estado la piel y el cabello, una depresión o sufrir sobrepeso hasta tener predisposición para alguna infección viral o enfermar con asiduidad.
Pero, ¿cómo puedo tomar las vitaminas necesarias de forma natural?
Existen algunos fármacos que sirven de complemento alimenticio para estos meses en los que el sistema inmunológico está más debilitado.
Pero si lo que buscas es algo natural que te de la fuerza necesaria para estar como un roble, lo mejor es llevar una dieta equilibrada en la que no falte la carne, ave, pescado, fruta, verdura, cereales integrales, frutos secos y aceites vegetales.
En concreto, las vitaminas que más hacen falta durante la época de invierno son las siguientes:
Vitamina D. Esto se debe a las pocas horas de sol que hay durante estas estaciones. La falta de esta vitamina puede producir sensación de fatiga constante, insomnio, dolor muscular y otras consecuencias desagradables.
Vitamina A. Se trata de una vitamina que realiza una labor muy importante para la vista, para el sistema inmunológico, el sistema reproductivo de las mujeres y la cicatrización de las heridas.
Además, tiene una labor antioxidante y propiedades antiinflamatorias.
Por lo que la escasez de la misma puede provocar insomnio, sequedad en la piel, fragilidad en el pelo y calambres musculares.
Vitamina B. Se trata de un nutriente que suele escasear en invierno. Dentro de la misma hay que distinguir entre la B1, B6 y B3.
La falta de vitamina B1 puede provocar el desarrollo de enfermedades de la piel y patologías nerviosas.
Por su parte, la escasez de la B6 genera caspa, coconvulsiones en las comisuras de la boca, lo que puede provocar la caída del cabello y el encanecimiento independientemente de la edad.
Vitamina C. Es un nutriente principal para la síntesis de colágeno.
Su escasez provoca sequedad y flacidez de la piel, por lo que pueden aparecer arrugas y manchas a edad temprana.
Vitamina E. Es fundamental para el funcionamiento del sistema nervioso. Sin la misma se puede sufrir irritabilidad o nerviosismo.