Jaume Roures, el amo del gigante de la comunicación Mediapro, ha salido al rescate de Joan Laporta y ha puesto los 30 millones que le faltaban para avalar los 124,6 millones (el 15% del presupuesto del club) tal y como exigen los Estatutos del FC Barcelona.
Comprar poder en el Barça
Roures está en su derecho de hacer con su dinero lo que le dé la gana, incluso comprar poder en el Barça para tener el club a la disposición de sus intereses particulares, pero no resulta coherente que Mediapro se meta en estos berenjenales cuando necesita de dinero público para saldar sus deudas y subsistir.
Mediapro genera dudas: Jaume Roures no paga y L'Equipe le llama "atracador"
De lo que se deduce que los 30 millones que han servido para que el independentista Laporta pueda acceder a la presidencia del FC Barcelona habran sido aportados por los ciudadanos españoles que, con sus impuestos, habrán hecho posible que el Estado financie la deuda de Mediapro y de paso Laporta cumpla su capricho de ser presidente del Barça sin reunir por sus propios medios las exigencias económicas del cargo.
Mediapro tiene una deuda similar a la del FC Barcelona, 920 millones de euros. Y hace apenas una semana se supo de la intención de la empresa de Roures de pedir ayuda al Estado, por medio de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a través de su Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas.
Roures le ha evitado a Laporta el ridículo de quedar inhabilitado como presidente del Barça por no poder presentar el aval por los 124, 6 millones a través de su sociedad patrimonial Orpheus Media.
Mediapro en manos de capital chino
Y mientras Roures da muestras de músculo financiero "invirtiendo" en el Barça con una mano, con la otra pide al Estado ayuda de 300 millones para salir del paso en la deliciada salud financiera de Mediapro.
Son las cosas que suceden en las operaciones de alto nivel financiero en las que los millones no son más que números. Mediapro cuenta con una plantilla de 8.000 empleados y está controlado por el grupo chino Orient Hontai Capital, aunque WPP y sus fundadores conservan una participación importante en el accionariado.