Estados Unidos está viviendo, en los últimos meses, la peor situación de cyberseguridad de su Historia. Y es que más de 18.000 agencias del Gobierno y empresas han sufrido recientemente un 'hackeo', siendo la oleada de ciberataques más extensa vivida por Estados Unidos.
Y tal vez el último 'objetivo' de estos ataques sea el que más preocupa al país norteamericano, ya que afectan a la seguridad nuclear de EE.UU. y, por tanto, a la del mundo entero.
En concreto, los ataques han ido dirigidos al Departamento de Energía y, dentro de éste, a la Administración Nacional de Seguridad Nacional, encargada del mantenimiento de las 5.800 bombas atómicas que, oficialmente, posee Estados Unidos.
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Un ataque que se une a los recibidos por Microsoft y otras entidades de gran magnitud norteamericanas, afectando así mismo a sus clientes internacionales, como es el caso de España.
Según se ha podido conocer, el ataque se ha producido a través de los productos de gestión de SolarWinds, una empresa centrada en la gestión de redes informáticas. Utilizando una actualización de este sistema, los hackers habrían colocado, presumiblemente, algún tipo de 'malware', alterando el funcionamiento de las redes afectadas.
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Actualmente, al cierre de estas líneas, el Gobierno de Estados Unidos no ha informado del alcance de los ataques, ni de la cantidad de información sustraída por los cyberdelincuentes, asegurando fuentes oficiales que es imposible determinarlo en estos momentos.
"Se trata de uno de los ataques cibernéticos más sofisticados de la Historia" ha asegurado Pablo Molina, director de Ciberseguridad de la Universidad de Drexel, al diario El Mundo.
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Una sofisticación, unida a una necesidad de abundantes recursos tecnológicos y humanos, que hace sospechar a la Inteligencia norteamericana que Rusia podría estar detrás de estos ataques, habiéndose producido este viernes una reunión a puerta cerrada, organizada por el FBI y con la presencia de los líderes del Congreso, para informar y tomar medidas ante esta agresión.
"Atribuir con certeza la autoría de ciberataques es difícil" ha asegurado Molina "pero los métodos de los 'hackers' hacen pensar que se trata, con toda probabilidad, de agentes rusos".