La detención del expresidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu y su plana mayor integrada por Román Gómez Ponti, Óscar Grau y Jaume Masferrer podría corresponder a una maniobra de la policía patriótica controlada por Carles Puigdemont, dado que no se trata de una acción con origen judicial.
Para nadie es un secreto que Puigdemont intentó maniobrar para apoderarse del FC Barcelona como arma expansiva para hacer valer sus reivindicaciones independentistas. Y Bartomeu nunca se avino a dejar el club en manos del separatismo. Detrás de la detención del ya expresidente del Barça hay quien ve la mano de Bartomeu.
¡Se llevan detenido al expresidente Bartomeu y tres directivos más del Barça!
El hecho de que la jueza que instruye el caso del BarçaGate se haya apresurado a aclarar que la detención no es el resultado de una orden judicial, deja en manos de la iniciativa de los Mossos d´Esquadra la decisión de detener al expresidente azulgrana y a sus tres hombres de confianza por su relación con la empresa I3Venturas y el caso de los espaionajes del BarçaGate.
La maniobra podría tener que ver con el sector la "policía patriótica" que, dentro de los Mossos d´Esquadra, mantiene su fidelidad a Carles Puigdemont, el "presidente en el exilio".
La cuestión es que la jueza que instruye el caso se ha desmarcado de las detenciones aclarando que "pertenecen a la esfera estrictamente policial". O lo que es lo mismo, no existe una orden judicial por medio y la policía ha actuado por iniciativa propia.
A Puigdemont le interesa Laporta como presidente del Barça
Bartomeu ya había denunciado el interés del independentismo de apoderarse del Barça y su negativa a ceder el club a sus intereses. Puigdemont nunca se sintió cómo con Bartomeu, a quien le reclamó un mayor compromiso con su causa, pero el expresidente era partidario de mantener al club alejado de intereses políticos de uno y otro lado.
Puigdemont y el separatismo trabajaron para Laporta en la recogida de firmas
Puigdemont, amigo personal de Joan Laporta, asiste con mucho interés a las elecciones a la presidencia del FC Barcelona con la esperanza de que su amigo recupere el trono de mando, o en su defecto que sea Víctor Font el elegido, dado que también éste es un simpatizante del independentismo como lo demuestra su participación en el accionariado del diario separatista Ara.
Toni Freixa, el tercer candidato que se presenta a los comicios representando el continuismo de Sandro Rosell, es el que menos conviene a los intereses del independentismo, que podría haber jugado un papel vital en las investigaciones policiales que han acabado con la detención de Bartomeu.