Esta hermosa peluda está aterrorizada hasta la muerte. Cuando aún era una cachorra fue abandonada y dejada a merced de un destino cruel e injusto. Transportada a una perrera, se vio obligada a vivir durante mucho tiempo en un establo oscuro y triste, sin nadie que la cuidara.
Pero un día, Rocky Kanaka, durante una visita a la perrera, se sintió atraído por sus ojos tristes, lo que lo convenció de adoptarla y llevársela a casa. A pesar de la libertad, la perra aún desconfiaba, parecía haber perdido las ganas de vivir, no tenía entusiasmo, ya no movía la cola, no jugaba y apenas comía.
Sus ojos estaban apagados y desprovistos de esas ganas de vivir que debe tener un cachorro de su edad. Después de unos 6 meses de cuidados y mimos, nuestro pequeño amigo peludo recupera poco a poco la confianza perdida y comienza a relacionarse con otros perros. Entonces, de repente, sucede algo maravilloso...
Blossom comienza a correr y mueve la cola... ¡está feliz de nuevo! Blossom superó sus miedos gracias a Rocky y su nueva familia quienes, al elegir adoptarla, le dieron una segunda oportunidad.