Esta mujer se llevó una sorpresa muy desagradable al descubrir por qué su perro no ladraba...

Pasaban los meses y el perro no ladraba ni comía...

Esta mujer se llevó una sorpresa muy desagradable al descubrir por qué su perro no ladraba...
Esta mujer se llevó una sorpresa muy desagradable al descubrir por qué su perro no ladraba...

No es oro lo que reluce. Ni son perros todos los peludos de cuatro patas. Esta mujer creyó que se compró un perro de la raza Spitz Japonés. 

Pasaron los meses y se percató de que no fue así. Ms Wang acudió a una tienda de animales y pagó alrededor de 200€ por un cachorro que se llevó a casa con máxima ilusión.

A los tres meses, la dueña empezó a preocuparse. No paraba de crecerle el pelo al animal, al igual que su cola.

Rumbo al zoo en busca de respuestas

Tampoco quería comer la comida para perros. Pero no satisfecha, nunca había oído ladrar a su mascota.

Desesperada, cogió al peludito y se lo llevó al Zoo de Taiyuan, una ciudad situada en la parte oriental de Loes, en China.

El zoo deshizo el enredo

El personal del zoológico le confirmó que no se trataba de un perro, sino de un cachorro de zorro.

Consciente de lo sucedido, asimiló rápidamente que no podía hacerse responsable de un animal salvaje, dado que necesita otro tipo de atención.

Decidió confiarles el animal para su cuidado. Una decisión que no hubiera tenido que tomar si no hubiese comprado el animal en una tienda de animales sin verificar.

Comprar siempre en criaderos homologados y verificados

Es imprescindible adquirir los animales siempre en criaderos que cumplan los requisitos o en tiendas homologadas para evitar este tipo de problemas.

Aunque lo más aconsejable siempre es adoptar y salvar una vida. Los peludos lo agradecerán el resto de su vida.