Esta es la verdad sobre la república catalana que los indepes no quieren que conozcas

El independentismo manipula la historia y le hace decir lo que le conviene para legitimar esta ideología

09 de Agosto de 2020
Esta es la verdad sobre la república catalana que los indepes no quieren que conozcas
Esta es la verdad sobre la república catalana que los indepes no quieren que conozcas

El relato independentista sostiene, basándose en la vieja historiografía romántica, que la guerra de sucesión española de principios del siglo XVIII fue una guerra de secesión, de independencia de Cataluña respecto de España. Un pueblo independiente y democrático, dice, “fue conquistado y sus libertades abolidas”.

No fue así. Al morir Carlos II El Hechizado (1700) sin descendencia directa, se desató una batalla europea por hacerse con la Corona de España. Los dos grandes candidatos eran Felipe V de Borbón (nieto de Luis XIV de Francia) y el archiduque Carlos de Austria.

Los Borbones pretendían la hegemonía continental, aliando a España con Francia. Los austracistas contaban con el apoyo de Inglaterra -siempre aterrada ante un excesivo poder de una sola nación en el continente-, secundada por los Países Bajos. Pero, al inicio, los catalanes acogieron al Borbón con entusiasmo.

Pese al fracaso inicial, en 1704, la flota aliada capitaneada por Carlos III logra cercar Barcelona, y tras un corto pero intenso sitio el archiduque es proclamado rey por las cortes catalanas. Dos años después entra en Madrid y recibe obediencia de Valencia. Pero el 25 de abril de 1707 las tropas borbónicas vencen en Almansa e inician la recuperación.

Felipe V había anunciado que unificaría los fueros españoles, ante lo que se negaron los catalanes, fieles al archiduque. Pero el 11 de septiembre, abandonados a su suerte por sus aliados europeos, no pudieron resistir el último envite Borbón que ocupaba la ciudad, suprimía los fueros y reprimía a los sublevados con violencia.

Las mentiras sobre 1714

Así, el fin de la guerra no supuso acabar con una independencia de Cataluña que no se había dado jamás, sino el fin de un conflicto europeo gracias al establecimiento de un nuevo orden político. Lo demás es manipulación ideológica y sesgada de un suceso global.

El nacionalismo es una ideología del siglo XIX que consiste en suplantar a Dios por la nación, un artefacto de ideólogos al cual deben someterse todos los aspectos de la vida intelectual, individual y social. Como recordaba Orwell, el nacionalismo manipula la història y le hace decir lo que le conviene para legitimar esta ideologia, sobre todo para tratar de justificar que los catalanes no son españoles.

Los catalanes defendieron España, la monarquia y el catolicismo. Cuatro guerras catalanas en solo 34 años, motivadas por la incombustible defensa de la monarquía (borbónica), la fe y España por parte de los catalanes. La secesión y la república solo salen en el bando opuesto. Y después vendrían las tres guerras carlistas.