El pasado verano Neymar estuvo a punto de volver al club catalán, igual de cerca que de cambiar de colores para jugar al frente del Real Madrid.
La única forma que Bartomeu y los suyos encontraron para frenar el inminente desastre que para ellos supondría el traslado del brasileño al club blanco, fue convencerle de que le sacarían del Paris Saint-Germain y volvería a casa.
"O vienes este año, o el que viene seguro". Así empezó una conversación cargada de promesas que el F.C. Barcelona utilizó como medida desesperada para evitar que uno de sus intentos de fichaje más frutantes acabara vestido de blanco y jugando bajo las órdenes de Zinedine Zidane.
No quiere quedarse en París
Neymar no se encuentra feliz en su actual ciudad: ni con su club, ni con su entorno, ni con su vida en la capital gala.
Lo venimos sabiendo desde hace mucho tiempo. De hecho, hace algunos meses el jugador ya intentó mantener conversaciones con su antiguo equipo, llegando a afirmarque retiraría las demandas impuestas al Barcelona si se le permitía regresar para jugar allí.
El ímpetu del brasileño por volver a vestir los colores azulgranas resulta desconcertante para muchos, sobre todo si tenemos en cuenta cómo fue la salida de Neymar del equipo catalán: abrupta y accidentada.
Por eso, él mismo se planteó vestir los colores blancos, en un momento en el que el Real Madrid aprovechó las dudas para empezar las negociaciones de su traslado del Paris Saint-Germain.
Estas conversaciones llegaron a oídos del club catalán que, viéndole las orejas al lobo, le hicieron a Neymar la promesa citada anteriormente. Llegaron a hablar incluso de dinero, y el jugador aceptó rebajar la ficha que tiene actualmente con el PSG, si después le recompensaban con futuras renovaciones. (50 millones y un lazo: Jovic, más cerca que nunca de dejar el Real Madrid)
Para Bartomeu, el regreso del brasileño se considera un fichaje estratégico: quiere devolver la ilusión al club y, cuando remitan los efectos de la pandemia, tener un equipo ganador y una plantilla que incite a consumir Barça. Por ello, el club lo tiene claro: irán a por Neymar con toda su artillería este verano.