Para Zinedine Zidane Karim Benzema es el mejor nueve del mundo. No quiere otro. Y ya lo tiene. A su lado ha pedido a Eden Hazard, un jugador cuya trayectoria ha seguido muy de cerca desde que debutó en el fútbol francés y cuyo juego le entusiasma. Ya está en el bote. Sólo falta anunciarlo. Y ya sólo espera a la tercera pata del tridente: Kylian Mbappé. Sí o sí. No lo tiene todavía, pero Florentino Pérez está en ello y a día de hoy ya ha recorrido la mitad de la distancia que separa París de Madrid. Falta la otra mitad, y ahí el presidente blanco no se va a rendir. Cuando se le pone una cosa entre ceja y ceja siempre la acaba consiguiendo.
Un tridente equilibrado
Con esta delantera y las jóvenes alternativas de Vinicius, Asensio y Brahim, Zidane está convencido de que el Real Madrid resurgirá de sus cenizas. Para el técnico francés el tridente elegido otorga al equipo blanco un equilibrio perfecto. Hazard es un talento de la naturaleza, veloz, imprevisible y con una calidad técnica capaz de hacer sobre el césped lo que nadie espera. Mbappé es el desborde puro y duro. Se va de todos, utiliza el regate con maestría y tiene gol. Y Benzema es el complemento ideal para ambos, su movimiento atrayendo a los defensas, abrirá a los equipos rivales para que se cuelen por allí Hazard y Mbappé, como antiguamente sucedía con Cristiano Ronaldo.
Zidane no quiere más. Renovado Kroos, será bienvenido Paul Pogba o en su defecto el danés Eriksen del Tottenham. Uno de los dos llegará para completar el listado de fichajes que se inició con el brasileño MIlitao, que sí acude a la Copa America con la canarinha.
Puestos a hacer una locura, que sea Mbappé
Zidane se lo ha dicho a Florentino: "puestos a hacer una locura, que sea Mbappé". El futbolista que está llamado a reinar en el fútbol mundial durante los próximos diez años. Y en esa bendita locura está el Real Madrid para hacer feliz a su entrenador, que, por amor al escudo del club y a su presidente, aceptó el reto de cargar con el riesgo de un final de temporada insufrible. Ya era tarde cuando llegó, poco pudo hacer para arreglarlo. Pero la próxima temporada será otra cosa. Saldrán del club los jugadores que ya el año pasado, cuando se fue, pensó que debían abandonar el Real Madrid y llegarán los que él ha pedido. El Real Madrid será otra cosa.
Los indignos 66 goles anotados por el Real Madrid esta temporada deben quedar como un mal recuerdo. Zidane quiere ilusionar al Bernabéu con goles y victorias, volviendo a la senda del centenar de goles y vendiendo cara una derrota que este año ha sido muy barata: 18 en el total de La Liga.
El Real Madrid hablará francés
Con Hazard y Mbappé en el equipo el espectáculo está garantizado. El balón volverá a circular con rapidez y los goles van a llegar. Además, los goles del Real Madrid hablarán francés. El entrenador es francés, Benzema es francés, Mbappé es francés y Hazard habla en francés y se hizo futbolista en el fútbol francés. Todos hablan el mismo idioma, con Varane como puntal de la defensa, una vez resueltas sus dudas sobre su continuidad, y a la espera de la llegada de otro francés, Paul Pogba.
El Real Madrid apuesta por Francia. Y no es mala elección. No en vano Francia es la vigente campeona del mundo.