El Gobierno justificó los indultos a los presos golpistas catalanes, que se han hecho efectivos este miércoles 23 de junio, por la necesidad de que Cataluña recupere la convivencia. Sin embargo, no tiene pinta de que Junqueras y compañía hayan salido de prisión con ánimo de unir los pedazos de la sociedad catalana. Más bien todo lo contrario.
"El Ejecutivo ha estimado que existen razones de utilidad pública que aconsejan conceder los indultos (...). Estas razones tienen que ver con la necesidad de restablecer la convivencia y la concordia en el seno de la sociedad catalana y en el conjunto de la sociedad española. El Gobierno ha tomado esta decisión porque es la mejor para Cataluña, es la mejor para España, y la más conforme con el espíritu de concordia y de convivencia de la Constitución Española", fue la justificación de Pedro Sánchez.
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Choca con lo que todos los golpistas han dicho a su salida de las prisiones en las que cumplían condena, empezando por Carme Forcadell, que ha sido la primera en coger un micrófono para volver al desafío contra el Estado. No habían pasado más que unos minutos de su salida de la cárcel cuando ya estaba lanzando proclamas nuevamente: "Conseguiremos el fin de la represión para todos los exiliados y represaliados", ha lanzado. Posteriormente, ha reclamado la amnistía y la autodeterminación de Cataluña: "La victoria será la amnistía, la autodeterminación y la República Catalana". Un mensaje que ha compartido Dolors Bassa también lanzando un mensaje muy similar. No parece demasiada concordia...
Con la salida de los presos de Lledoners, siete de los nueve golpistas encarcelados, ha llegado el despiporre total: la demostración de que Pedro Sánchez nos ha vendido la moto de la concordia y la convivencia a sabiendas de que esta panda de delincuentes va a volver a destrozar Cataluña con sus tejemanejes. Sus palabras apuntan a la confrontación en lugar de a la convivencia, y Sánchez lo sabía: ha traicionado a todos los españoles.
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Jordi Cuixart fue el primero en tomar la palabra, amenazando con que el independentismo continuará con su desafío al Estado: "Hoy no es un día de rendición, la represión no nos ha vencido ni nos vencerá. No nos han hecho callar, salimos a dar la cara. Nos lo querían quitar todo y lo único que nos han hecho perder es el miedo (...). Nos seguiremos reuniendo para protestar contra todos los poderes del Estado, es nuestro derecho quejarnos de las injusticias, no nos callaremos". Solo le ha faltado subirse a un coche de la Guardia Civil.
Jordi Sánchez ha continuado en la misma línea: "Hoy es un gran día para este país, porque a pesar de todo lo que la justicia española nos ha querido hacer y nos ha hecho, salimos todos juntos, dignos, unidos y en pie para ganar la libertad de este país (...). Ganaremos y lo haremos bien. Constituiremos un estado en forma de república".
Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Turull y Raül Romeva se han movido en esos mismos términos, dejando el gordo para el final con la intervención de Oriol Junqueras.
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Oriol Junqueras tampoco se ha quedado atrás con su discursito, lleno de concordia, de paz y buen rollo: "Hoy que salimos de la prisión no acaba nada. Todo continúa. Seguimos comprometidos con la libertad de nuestro país. Seguiremos trabajando para hacer realidad el sueño de la República Catalana". En definitiva, nos habían vendido que los golpistas iban a salir como corderitos pero estaba claro que no era así.