La ciudadania española cumplía esta semana dos meses en confinamiento en sus hogares.
Una situación de emergencia que era comprendida y aceptada por todos los españoles el pasado 14 de marzo, día en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, informaba de la imposición del Estado de Alarma.
Confinamiento, medidas de control, y Mando Único; esas son las medidas más destacables del Estado de Alarma del Ejecutivo, que se mantienen a día de hoy a pesar de las críticas de muchos ciudadanos, de los partidos de la oposición, y de grandes nombres del socialismo en España.
En muchas ciudades, los comercios siguen cerrados, al igual que la hostelería, debido a las restricciones en el aforo, mientras que muchos ciudadanos han perdido su empleo, y no han cobrado sus prestaciones al desempleo, prometidas por el Ejecutivo, desde principios de marzo.
Una situación económica y social que está haciendo tambalear la paciencia de muchos frente al Gobierno socialcomunista, y que ha llevado a ciudadanos de distintas ciudades a manifestarse en contra del abuso que se está cometiendo contra la ciudadanía estos días.
Decenas de ciudades, contra Sánchez e Iglesias
Madrid destacaba estos días por las protestas en el barrio Salamanca; unas protestas que han sido muy criticadas por la falta de medidas de seguridad contra el coronavirus, y por la aglomeración de gente, aunque las mayores críticas han sido las de "fachas" o "pijos del golf".
Un intento de desacreditar y criminalizar estas protestas que, sin embargo, se han replicado por toda España.
En Madrid, muchos manifestantes, esta vez con mascarillas, producían una gran cacerolada en Ferraz, frente a la sede del PSOE, bajo la atenta mirada de un gran despliegue policial. También muchos vecinos de Galapagar, con cacerolas y banderas de España, han paseado por las calles de Galapagar, zona de residencia del vicepresidente segundo. (Los 9 progres que viven a cuerpo de rey en el barrio madrileño de los "pijos")
Columnas ciudadanas en Valencia, por las calles con la bandera nacional; gritos de "Sánchez dimisión" en las protestas de Logroño, caceroladas y pitos en Zaragoza, y vítores a la arrida de la bandera de España en el cuartel de la Alameda de Valencia.
Protestas de cientos de ciudadanos cansados de la situación, que aún no han obtenido respuesta alguna a sus peticiones por parte de su Presidente, único mando de la pandemia desde hace más de 60 días.