España se corta la coleta y se libera del azote de Pablo Iglesias: No le votan ni en Galapagar

España se corta la coleta y se libera del azote de Pablo Iglesias: No le votan ni en Galapagar
España se corta la coleta y se libera del azote de Pablo Iglesias: No le votan ni en Galapagar

Batacazo histórico de Pablo Iglesias. Díaz Ayuso ha acabado con él. De los 5 millones de votos que logró en 2015 ha pasado a convertir a Podemos en fuerza residual en Madrid. No le han votado ni sus vecinos de Galapagar. España le corta la coleta y Pablo Iglesias se va con la cola entre las piernas.

La aventura de Pablo Iglesias en la Comunidad de Madrid ha sido corta y oscura. No sólo no ha conseguido convertirse en alternativa a Ayuso, sino que ha sido un lastre para la izquierda y ha conducido a Unidas Podemos a la posición de colista en el entramado de fuerzas políticas de la Comunidad.

Dice que le echa el fascismo...¿el de las urnas?

Iglesias ha asumido su fracaso y se va después de haber amenazado al PSOE con un sorpasso en 2015 obteniendo cinco millones de votos. Dice que le echa el fascismo. En realidad le han forzado a largarse cinco millones de madrileños depositando libremente su voto en las urnas. El pueblo, todos los pueblos, han preferido apostar por Ayuso.

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Su Podemos llegó a conquistar ayuntamientos del nivel de Madrid, Barcelona, Zaragoza, La Coruña o Cádiz y se convirtió en azote y alternativa de la izquierda al vacilante PSOE de Pedro Sánchez. Pero éste prefirió pactar con Ciudadanos y Podemos votó en contra de su investidura, acusando a los socialistas de "tener manchadas las manos de cal viva".

Una vez entrado en la famosa casta política, Podemos se fue desintegrando. Se fueron Errejón y los anticapitalistas y el partido empezó a perder apoyos y a sufrir una sangría de votos que no ha cesado hasta las elecciones madrileñas. Para parar el golpe, Iglesias consiguió entrar en el gobierno central como vicepresidente en busca de un relanzamiento del partido. Podemos desapareció de Cantabria, Castilla-La Mancha o Galicia y se pegó sonoros batacazos en el País Vasco y Cataluña.

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En las generales de 2019, Iglesias perdió 1,5 millones de votos y 29 parlamentarios. Y en la repetición electoral Podemos se quedó en 35 diputados y 3,5 millones de votos. El fin de Iglesias estaba cerca a pesar de su presencia posterior en el Gobierno, que abandonó para presentar su candidatura a la presidencia de la Comunidad de Madrid para frenar a la derecha y al "fascismo". Y se la ha vuelto a pegar. Sólo ha acaparado el 7,2% de los votos (261.000) y se ha quedado en diez diputados. En la cola. Y además, humillado por Más Madrid de Errejón, que ha alcanzado los 609.540 votos (el 17%) y 24 escaños en la cámara madrileña.

 "A la papelera de la historia"

"No te vas, la democracia te echa -ha publicado Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso--. Porque sobra el odio, la confrontación y la pobreza". Y su antecesora, Cayetana Álvarez de Toledo, le ha enviado "a la papelera de la historia" también en las redes sociales.

"Me voy porque soy el chivo expiatorio"

Pablo Iglesias reaccionó con rapidez ante su fracaso electoral anunciando que deja la política y todos sus cargos a la espera de incorporarse a un proyecto periodístico de su amigo trotskista Jaume Roures. 

Iglesias ha asumido que "creo que no contribuyo a sumar. No soy una figura política que pueda contribuir a que Unidas Podemos como fuerza política consolide peso institucional dentro de dos años en Madrid y que podamos ganar en la Comunidad y el Ayuntamiento. Cuando la situación es esa, cuando los resultados son los que son y que te hayan convertido en un chivo expiatorio hace que tu papel en tu organización y tu papel para mejorar la democracia de tu país se vea enormemente limitado y movilice lo peor de quienes odian la democracia, uno tiene que tomar decisiones y las tiene que tomar sin contemplaciones", ha dicho para justificar su decisión.

Y se ha ido sin abandonar su característico victimismo: "un incremento sin precedentes de la agresividad del PP y Vox y de una normalización sin precedentes de los discursos fascistas en los medios de comunicación, amenazas de muerte, deshumanización y que la ultraderecha pusiera en cuestión la veracidad de esas amenazas. Y mi convicción absoluta de haberme convertido en un chivo expiatorio que moviliza los afectos más oscuros, más contrarios a la democracia, a los servicios públicas y las bases materiales de la misma. A partir de ahí la inteligencia política tiene que estar por encima de otra consideración. Ser útil para Unidas Podemos es mi mayor aspiración y más allá del cariño de mis compañeros".

Las mujeres al poder

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"Creo que tenemos un gran equipo en el Gobierno liderado por Yolanda Díaz. Creo que puede ser la próxima presidenta del Gobierno. Creo que Isa Serra se ve acompañada por un equipo enormemente potente para hacer oposición y para aspirar a construir una alternativa a la ultraderecha en las próximas elecciones autonómicas y municipales. Van a tener que trabajar en una renovación necesaria", ha dicho.

El éxito del PP trumpista y la consolidación de la extrema derecha

Iglesias ha acabado reconociendo el éxito electoral "impresionante" de la "derecha trumpista" del PP en Madrid y la "consolidación de la ultraderecha" de Vox, lo que supone "una tragedia para la educación, sanidad y servicios públicos. Pero es indudable que es lo que ha votado la mayoría de la ciudadanía madrileña, con una participación además histórica".

Y ha hecho sus pronósticos catastrofistas sobre el gobierno de Ayuso para los dos próximos años: "va a agudizar los problemas territoriales en España". "Nunca Madrid ha votado de forma tan diferente al resto de España. Auguro que la deslealtad hacia el Gobierno de coalición y hacia otras instituciones se va a intensificar".

Iglesias admite, sin embargo, que "nuestro resultado, aunque lo hayamos mejorado respecto a hace dos años, es una suma insuficiente para ser alternativa de Gobierno a la derecha". Y ha admitido que los resultados de la participación masiva de las ciudades del sur ha servido para dar la victoria a "la derecha trumpista y consolidar ultraderecha en las instituciones".

Un discurso equivocado que ha dado alas a Ayuso

Iglesias se va, no tomará su acta de diputado, pese a que dijo que aceptaría el puesto en el que le situarán los ciudadanos, y deja el liderazgo de su partido en Madrid a la número dos de su lista, la coportavoz Isa Serra. Y se va sin conseguir su objetivo de formar parte del Ejecutivo madrileño y erosionar la trayectoria ascendente de Díaz Ayuso.

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Ni ha logrado el apoyo del cinturón rojo madrileño ni ha evitado que todo Madrid se tiña de azul. Se ha equivocado al plantear las elecciones como "una defensa de la democracia" ante el avance del "fascismo y la extrema derecha", o lanzando el lema 'comunismo o libertad', porque muy pocos ven en Madrid a Díaz Ayuso como abanderada del fascismo ni cree que con Ayuso puedan peligrar las libertades. Además, ha reconocido que su figura genera un efecto movilizador contrario a los intereses de la izquierda.

Lo único que ha conseguido es dar alas a Más Madrid para proseguir con su crecimiento imparable. Su confrontación con Ayuso sobre la gestión del Covid-19 también le ha pasado factura.

"Canta y no llores"

Forocoches, fiel a su tradición, envió anoche un grupo de mariachis para cantarle a Iglesias el "Canta y no llores", "Cielito lindo" y "Rata de dos patas". Lo mismo que hicieron ante Albert Rivera en 2019 o frente a la sede del PP en las anteriores elecciones generales.

Forocoches ha reeditado de esta forma la vacilada que llevó a cabo la noche electoral del 10 de noviembre de 2019, cuando mandó a un grupo de mariachis a la sede de Ciudadanos tras la debacle electoral que provocó la dimisión de Albert Rivera. En los anteriores comicios generales, hicieron lo propio en la sede nacional del PP y también con Pedro Sánchez.

Ni Vallecas ni Galapagar

Podemos ha fracasado en Vallecas, un distrito que Podemos siempre ha considerado suyo, quizá por su deserción en dirección a Galapagar, en donde tampoco sus propios vecinos le han votado y ha quedado último en el recuento. En Vallecas ha ganado el PP, seguido de Más Madrid y PSOE, relegando a Podemos al papel de colista.

En Galapagar, Podemos ha quedado como quinta fuerza política muy lejos del PP, que se ha llevado el 46,56% de los votos, el 25% más que en las anteriores elecciones autonómicas. A Iglesias no le quieren ni sus vecinos, que le han dado el doble de votos a Más Madrid que a Podemos, que apenas ha reclutado el 7,07% de los votos.