Este viernes, el ministerio de Salvador Illa rechazaba la candidatura de la Comunidad de Madrid para pasar a la fase 1 de la desescalada el próximo 11 de mayo.
Así lo informaban a la ciudadania el titular de Sanidad, acompañado de Fernando Simón, a través de una rueda de presa.
Casi antes de que terminase este encuentro informativo, el PSOE utilizaba sus redes sociales para lanzar una nueva campaña propagandística; esta vez, no para elogiar su gestión de la crisis sanitaria, sino para lanzar una 'puñalada' a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
"El gobierno de la Comunidad de Madrid, ejemplo de gestión ineficaz e irresponsable ante la crisis del COVID" reza el mensaje de los socialistas a través de sus redes sociales.
Una alegría que no todos los socialistas compartían ya que, a la vez que se rechazaba a Madrid, también se rechazaba a comunidades autónomas dirigidas por el PSOE, como es el caso de la Castilla-La Mancha de Emiliano García Page, Toledo, Albacete, Ciudad Real o las dirgidas por Ximo Puig, Valencia, Alicante o Castellón.
Nada que celebrar
Pese a la alegría de los socialistas con esta noticia de Sanidad, muchos ciudadanos se han tomado esta decisión con gran preocupación.
Y es que Madrid es uno de los principales motores de la economía española, y el estancamiento de la capital no hace más que acentuar la crisis económica que se está gestando por el coronavirus.
Esta fue la razón de peso por la que la presidenta de Madrid, habiéndose reunido con empresarios y sindicatos, y después de haber valorado los números económicos de la comunidad, decidió presentar la candidatura para pasar a la fase 1. (¡Nombre y apellidos! El PP quiere saber quiénes son los expertos que deciden el cambio de fase)
La Fase 1 habría permitido un desahogo mínimo de los madrileños, y del sector servicios principalmente, con la apertura de terrazas al 50%, comercios de menos de 400 metros cuadrados y el movimiento de los ciudadanos, además de salvar a los pequeños negocios y autónomos de la ruina.