La farmacéutica catalana Grifols, cuyo propietario aseguró hace apenas unos días que es partidario de un referéndum para la independencia de Cataluña, se ha visto envuelta en un claro caso de discriminación. Según denuncian los trabajadores de su planta en Murcia, ellos cobran menos que los nativos catalanes que trabajan en la sede barcelonesa de la compañía. Una auténtica vergüenza que pretenden cambiar mediante un parón de dos días en su trabajo.
Víctor Grifols ha quedado retratado. El propietario de la única empresa del IBEX 35 con sede en Cataluña es partidario del cacareado derecho de autodeterminación de sus paisanos, pero no es partidario de los derechos de los trabajadores, a los que paga más o menos en función de su procedencia. Un comportamiento racista que han denunciado desde la planta de Murcia de su farmacéutica.
Una diferencia del 40% entre catalanes y no catalanes
El comité de empresa de la fábrica, situada en Las Torres de Cotillas, denuncia las diferencias económicas “flagrantes” respecto a la plantilla de la planta de Paret del Vallés (Barcelona). En algunos casos, la mayoría, hay una diferencia de un 40% de sueldo entre unos y otros trabajadores. Dicho comité habla de “numerosos conceptos salariales, pluses, abono de nocturnidad y pagas de producción”.
Según los datos aportados por el comité a El Economista, medio que informa de este caso de discriminación, los trabajadores en Murcia pueden llegar a cobrar hasta 1.855,15 euros menos que los que desempeñan las mismas horas de trabajo en el centro de la provincia de Barcelona, cuyo comité de empresa apoya la huelga de sus compañeros murcianos, producida los días 30 de octubre y 6 de noviembre. Además, no se descartan nuevos parones si las cosas no cambian radicalmente.
“La plantilla de Laboratorios Grifols Murcia no está dispuesta a soportar más esta situación y a ser considerados como trabajadores de segunda, por el simple hecho de vivir y trabajar en Murcia y no en Barcelona”, han señalado desde CCOO Murcia, que también señala que Grifols “se niega a negociar el objeto del conflicto”, después de que este miércoles se produjera una mediación en la Oficina de Mediación y Arbitraje Laboral de Murcia con la empresa.
Un nuevo caso de nacionalismo catalán rancio
Este caso de racismo supremacista catalán, no se puede llamar de otra manera, se une a la larga lista de maltratos y vejaciones que han tenido que sufrir numerosos ciudadanos españoles en los últimos tiempos, tanto dentro como fuera de Cataluña, por parte de los que dicen ser demócratas y los que van acusando de fascismo a diestro y siniestro sin darse cuenta de que ellos son los peores fascistas que podamos echarnos a la cara…