El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, podría ver truncada su carrera por un presunto fraude continuado en documento, según ha informado Periodista Digital.
Además, la misma fuente ha señalado que Omella está siendo investigado por otra serie de delitos que podrían llevarle a cumplir una dura condena. El diácono Daniel Peruga, en el centro de la “Trama Maña” contra el arzobispo Ureña, descubrió en el año 2000 que el párroco de san José de Monzón, Huesca, tenía pornografía infantil en su móvil, junto a fotografías en las que aparecía desnudo con chicos. (Un mensaje separatista arma la de Dios es Cristo en una iglesia de Tarragona)
Las razones que dio el párroco Amadeo Elcoso fue que le habrían drogado, según han desvelado personas que vivieron en aquella época en Monzón.
Amadeo Elcoso era sacerdote socio también de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, indisolublemente unida al Opus Dei en la Prelatura que lleva ese nombre.
Por aquel entonces dependía de la jurisdicción del obispo de Barbastro–Monzón, que en aquel momento era Juan José Omella. Este ocultó el caso de pederastia. (Los imbéciles van en 'manada': Iglesias le sigue la corriente a Rufián)
Omella ocultó el caso de pederastia
Omella se limitó a ocultar el caso de pederastia de Amadeo Elcoso y aprovechó para iniciar una campaña para desacreditar a Peruga, que lo confirmó un tiempo después.
La iglesia obligó a Daniel Peruga a renunciar a su diaconado contra su voluntad. Para conseguirlo, le llegaron a ofrecer una importante suma de dinero, según ha explicado la fuente citada anteriormente.