Seguramente en alguna que otra ocasión has escuchado que el cáncer de pulmón exclusivamente afecta a aquellos que fuman.
Este es un mito arraigado a lo largo del tiempo, ya que esta es una patología que puede afectar tanto a los fumadores activos como pasivos.
Pero también existen personas que no se encuentran dentro de ninguno de estos dos grupos y que tienen posibilidades de padecerlo.
Y es que existen unos factores de riesgo que determinan si el paciente puede tener esta enfermedad independientemente de que haya fumado o no.
Entre ellos se encuentran los siguientes:
-La exposición continua a humo cargado de toxinas y procedente de productos químicos.
-Tener genéticamente familiares que hayan sufrido esta enfermedad.
-Estar expuesto a la radiación del tratamiento del cáncer de mama.
De hecho, la Sociedad Americana de Cáncer ha estimado que 25 mil personas mueren al año por esta enfermedad sin haber fumado nunca.
Y aunque no tiene por qué estar directamente relacionado con el tabaco, lo cierto es que la exposición al humo propicia la aparición de esta enfermedad, por lo que se tiene que reducir o eliminar su consumo y no estar en contacto con personas que estén constantemente fumando.