Crujirse los nudillos es algo habitual y muchas personas lo hacen varias veces al día. Siempre se ha rumoreado que esta acción tiene efectos negativos para la salud pero la realidad es que no hay nada claro.
Eso sí, ante la ausencia de estudios científicos, se puede dar por hecho que no es perjudicial para la salud. De hecho, el californiano Donald L. Unger hizo la prueba durante 60 años.
En este tiempo, Donald L. Unger solo se crujió los nudillos de la mano izquierda para comparar las diferencias que se producían con los de la mano derecha. Tras 60 años así, el grado de artitris era similar en las dos manos.
Su estudio sobre crujirse los nudillos acabó ganando el Ig Nobel 2009, el cual se otorga en la Universidad de Harvard a los diez estudios científicos que "primero hacen reír, luego pensar".
Una costumbre parecida a un tic nervioso
Los expertos aseguran que el acto de crujirse los dedos es una costumbre parecida a un tic nervioso Para algunas personas resulta hasta liberador chascarse los dedos de forma frecuente.
En cambio, hay otro grupo de personas que odian el chascarse los nudillos y que no soportan que las personas que están a su alrededor lo hagan ya que detestan ese sonido.