El presidente Torra se ha ido a Madrid a dar una conferencia pensando que la demanda de asistencia a la misma dejaría a un buen número de personas en la calle, esperando escuchar al gran presidente y estadista catalán.
Quim ha advertido que "la sentencia del 1-O, si no es absolutoria, nos llevará a tomar de nuevo la iniciativa, a trazar en firme el camino hasta culminar la independencia".
La realidad ha sido bien distinta; lo han dejado más bien solo, escenificando que no le daban soporte.
No les interesaba lo que iba a explicar, conocen su discurso y la estrategia marcada. Nadie quiere salir en la foto con Torra.
Sus compañeros de Gobierno no acudieron
"Todos los derechos que nos sean negados, los volveremos a ejercer. Es el compromiso de miles de ciudadanos y mi. Es mi deber y lo cumpliré, más allá de multas, inhabilitaciones o amenazas", ha advertido.
"Hay derechos y libertades universales que están por encima de la ley y que España debe aplicar de acuerdo a los tratados suscritos: libertad de expresión y manifestación, derecho de protesta y de discrepancia política y derecho de autodeterminación", ha considerado.
Sus compañeros de Gobierno, los representantes de ERC en Madrid, no acudieron, lo mismo que hizo el PSOE, que no envió a ningún representante y, por supuesto, tampoco hizo acto de presencia ningún ministro de Sánchez.