Parece que son los grandes enemigos del mundo de las mascotas: hay quien es de más de perros que de gatos y viceversa. Pese a que hay muchos amantes de los animales que optan por compartir su vida tanto con perros como con gatos, otros muchos lo tienen muy claro, y solo están dispuestos a convivir con una de estas dos especies. Jamás lo harán con la otra.
Según un estudio, sus conclusiones fueron las siguientes:
Los que prefieren perro:
Son personas más extrovertidas y amables, normalmente dominantes en las interacciones sociales y bastante narcisistas.
Los que prefieren gato:
Son personas más abiertas y neuróticas. Llama la atención que aquí el género tiene mucha importancia porque las mujeres son, claramente, más amantes de los gatos que los hombres.
Esta investigación también concluye que ciertos rasgos de la personalidad del individuo se asocian a distintos tipos de mascotas. Aún así, este estudio no es palabra sagrada ya que una pregunta tan simple como si eres de perro o de gato encierra realmente un tema complicado.
Gatos y perros tienen diferentes historias de domesticación, distintas necesidades, desiguales apegos a sus dueños y comportamientos naturales también dispares que los hacen más o menos compatibles con las necesidades y comportamientos humanos.
Además, igual que las personas, gatos y perros son diferentes entre sí, por lo que cada relación entre una persona con su perro o gato es un mundo. Lo que funciona con unos puede no funcionar con otros.
Lo que aún está pendiente de estudio es concretar las diferencias entre las personas que les gustan las mascotas y las que no. Se sospecha que esa diferencia puede ser mucho más fundamental y compleja de lo que la gente cree.
Así pues, tal vez la pregunta no sea si eres una persona de perros o gatos, sino si tu vida tiene espacio para ellos.
La última variable a tener en cuenta es la irrupción de la COVID-19 en nuestras vidas puesto que se cree que la llegada de la pandemia ha fomentado el apego a los animales de compañía. Algo bueno tenía que tener la pandemia, ¿no creen?