El independentismo catalán ha centrado sus esfuerzos en conseguir convertir los colegios públicos catalanes en una plataforma para introducir el ideario separatista en las mentes de los más pequeños.
Así pues, desde la Generalitat de Cataluña, obedeciendo a las premisas independentistas, no sólo se busca fomentar el uso del catalán en las aulas, en el recreo o en el comedor, sino que también se insta a alumnos y profesores a 'perseguir' y 'señalar' a aquellos que opten por utilizar el castellano.
Una absoluta persecución de la lengua oficial española, y cooficial en Cataluña, con la que el movimiento independentista busca fortalecer la exclusión social de los hispanohablantes, y remarcar las diferencias lingüísticas entre los 'catalanes de bien' y los españolistas.
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Idea que demuestra que a la consellería de Educación de la Generalitat catalana, así como a toda la administración de la autonomía catalana, les importa menos el aprendizaje de los niños, que el imponer sus ideales.
Algo que ha vuelto, habiendo anunciado la consejera de Igualdad y Feminismos del Govern. Tània Verge, que la Generalitat está estudiando incluir en el currículum escolar contenidos sobre educación sexual y afectiva... desde la etapa infantil.
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"Queremos dar herramientas a niños y jóvenes para potenciar su autonomía e igualdad" ha defendido Verge en la radio catalana RAC1 ", destacando que es en las escuelas donde se debe trabajar para "combatir estereotipos".
"¿Si no lo proporciona la escuela, que es donde se desarrolla la mayor parte de la infancia y la adolescencia, ¿dónde?" ha preguntado retóricamente en una entrevista en TV3, confirmando así que, dentro de su proyecto educativo sexual, se plantea ya educar en aspectos como la menstruación, la masturbación o el consentimiento ante las relaciones sexuales.
Todo ello, de forma continuada durante todo el curso escolar, convirtiéndolo así en una asignatura (presumiblemente, en catalán) obligatoria para todos los niños en edad de escolarización, comenzando este temario en la etapa infantil de 0 a 3 años.
Una idea que la consejera ha defendido, 'excusando' la iniciativa utilizando las últimas agresiones sexuales que ha vivido Cataluña en las últimas semanas, como la de la joven en Igualada, asegurando así que un mayor conocimiento sexual de los más jóvenes, en catalán, será la solución para frenar las violaciones y los actos de violencia sexual que se acumulan en los datos del Govern.