Hace algunos años los diarios más prestigiosos de Europa realizaron una revelación sorprendente sobre el líder de los Nazis, Adolf Hitler, según ellos, el Führer, durante la Segunda Guerra Mundial, mandó a diseñar un ejército de muñecas inflables para repartir entre los miembros de su equipo militar para satisfacer sus necesidades sexuales.
El nombre que se le dio fue Borghild, extraído de la mitología nórdica. Los expertos que contrató Hitler para su experimento fueron: un doctor, un escultor, un especialista en materiales sintéticos, un peluquero y un mecánico, los cuales se enfrentaron a la difícil tarea de realizar un prototipo que tuviera una textura igual a la piel y órganos sexuales reales.
El proyecto Borghild nació porque las tropas alemanas comenzaron a tener sífilis, una enfermedad de transmisión sexual, un terrible enemigo en las tropas, Hitler estaba preocupado por la integridad de sus soldados y además porque no quería que se contaminara la pureza de la raza aria.