Los reyes Felipe VI y Letizia comenzaban esta semana un viaje de Estado a Perú, donde han sido recibidos por el presidente del país latinoamericano, Martín Vizcarra y su mujer, en el Palacio de Gobierno de Lima.
Los reyes viajaron por separado a Perú
Los monarcas hacían así una nueva visita de Estado 16 meses despúes de que viajaran a Londres, en julio de 2017. Pero, sin duda, se trata de un viaje fuera de lo que nos tienen acostumbrados desde Zarzuela y es que, tanto la ida como la vuelta la harán por separado. Por su parte, el rey Felipe llegó el domingo desde París después de participar en los actos por el centenario del armisticio de la I Guerra Mundial. Mientras que la Reina lo hacía desde Madrid en un vuelo comercial. Y permanecerán juntos en Lima hasta mañana miércoles, día en el que la Reina regresará a nuestro país y el Rey pondrá rumbo hacia Guatemala, país que acoge una nueva edición de la Cumbre Iberoamericana en la ciudad de Antigua.
Esta vez, doña Letizia no ha cumplido con su peculiar homenaje que suele hacer a la moda de cada país, visitiendose con los diseños de algún modista del país que visita y se decantaba una vez más por una de sus firmas de cabecera estrenando un vestido de Carolina Herrera negro con rayas horizontales blancas de falda plisada por la alutra de la rodilla, manga larga y cen un cuello caja que complementaba con una cartera blanca y unos stilettos negros.
Un vestido de 2.793 euros
Para completar este sencillo pero fantástico look, doña Letizia se recogía el pelo con un moño bajo dejando ver los pendientes que cerraban el outfit.
Doña Letizia ha acaparado todas las miradas en Perú, en donde no se habla de otra que de su look. Especialmente por su vestido de Carolina Herrera, valorado en 2.793 euros, su cartera de mano en blanco roto y los zapatos negros Magrit, que no los estrenaba y que ya ha lucido en otras ocasiones.
Pero no acaba ahí la cosa, los peruanos no han pedido detalle de las joyas que llevaba encima la reina española: pendientes de brillantes y perlas australianas que realzaban su moño bajo italiano y que ofrecían una imagen impecable de la reina española, que ha causado admiración en su visita a Perú que concluye mañana.