El ayuntamiento de Palma de Mallorca ha iniciado una absurda cruzada contra el franquismo cambiando el nombre de doce calles por considerarlos "fascistas".
Entre esas calles está la de Toledo, un nombre que ha sido considerado "franquista" por la gracia divina del alcalde socialista José Hila. Lógicamente, la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha reaccionado rápidamente pidiendo explicaciones para "no crear enfrentamientos entre ciudadades, porque no es el momento".
El alcalde de Palma lo ha entendido y ha "indultado" la calle Toledo, que permanecerá en el callejero de la capital balear después de entender el malestar causado en la alcaldesa toledana: "Quiero expresar mi descontento ante la decisión de retirar el nombre de Toledo del callejero de Palma, he propuesto a su alcalde que Toledo siga teniendo una calle en la capital balear como Ciudad Patrimonio de la Humanidad", ha dicho la alcaldesa toledana.
Churruca y Gravina, héroes "franquistas" de la batalla de Trafalgar
Pero el disparate no se acaba aquí. Palma de Mallorca también considera "franquistas" los nombres de dos almirantes que fueron protagonistas en la batalla de Trafalgar (1805), cuando Franco ni había nacido, y de otro almirante que defendió la suerte de España en 1898 durante la guerra de Cuba. También ha salido perjudicado un arquitecto mallorquín.
José Hila ha anunciado que esas doce calles cambiarán de nombre por "su origen franquista. Estamos convencidos de que eliminar símbolos fascistas del espacio público es avanzar en democracia”
No se puede ser más ignorante que José Hila. A nadie se le puede ocurrir que Cosme Damián Churruca, nacido 131 años antes que Franco (1761 y 1892) y que falleció en 1805 combatiendo al almirante Nelson en la batalla de Trafalgar, pueda ser considerado franquista o fascista. Es el caso de otro héroe de guerra, Federico Gravina, que también luchó en la batalla de Trafalgar y que falleció en 1805.
También se las ha cargado el almirante Pascual Cervera Topete, héroe de la guerra de Cuba, fallecido en 1909, cuando Franco tenía 17 años.
¡¡Escándalo!! El menosprecio catalanista al castellano llega a Palma de Mallorca
Y el arquitecto mallorquín José de Oleza, cuya obra ha quedado en iglesias y edificios públicos de las islas Baleares. Y, además de Toledo, cuya calle pretendía el alcalde cambiar su nombre por el de Rafael Valls, también ha sido penalizado el Castillo de Olite, que pasará a llamarse Francesca Vidal, o la calle Brunete, que será la de Joan Desi
Todos estos cambios decididos de forma arbitraria y sin signos de racionalidad le supondrán a los habitantes de Palma un coste de 40.000 euros para tramitar el cambio de nombre de negocios y comercios que se encuentran ubicados en las calles afectadas.
Según Llorenç Carrió, edil de Educación y Política Linguística, los criterios que se han empleado para el cambio de nombres han sido la coherencia toponímica, recuperar la historia de Palma y reivindicar el papel de la mujer.