Se les acabó el chollo a los separatistas de Occitania. Francia ha retirado, después de 20 años, las subvenciones para que cuatro gatos sigan aprendiendo una lengua muerta y en desuso.
El occitano es una lengua cooficial de Cataluña, catalogada como una variante del aranés. En el Valle de Arán viven cerca de 5.500 personas, de las cuales ni el 40% practica el occitano, ya sea hablado o escrito.
Los franceses dejarán de malgastar dinero en una lengua muerta
La lengua sí es más hablada en el sur de Francia, donde cerca de 2 millones de personas conocen el idioma, aunque no lo practiquen en su día a día. La asociación indepe Cercle d’Agermanament Occitano Català (CAOC) ha entrado en depresión.
La única misión de dicha asociación consiste en difundir la lengua y la cultura occitana en Cataluña así como ofrecer cursos de la lengua a quien desee apuntarse. Se le acaba el chollo.
Una quedada el año para mantener viva la lengua
Francia ha retirado todas las subvenciones a esta lengua. No destinará ni un euro público, después de más de 20 años tirando el dinero por el retrete. Núria Comas, miembro del CAOC, se seca las lágrimas con la estelada.
“En unos años el occitano morirá, porque cuando no queda nadie que hable una lengua, esta se pierde y cuando una lengua desaparece, también lo hace su historia, su cultura y si recuerdo”, declara Comas.
Un aquelarre indepe a dos mil metros de altura
Por el momento, lo único memorable (por calificarlo de alguna manera), es el encuentro que se realiza todos los años en el Port de Salau, un puerto de montaña fronterizo en los pirineos.
Se reúnen allí el primer domingo de cada agosto un centenar de personas para intercambiar vino catalán y queso francés, bailar y pasar el día al aire libre a más de 2.000 metros de altitud.