España es el país de la Unión Europea con la tasa de mortalidad anual más baja. En 2016, hubo 829 muertes por cada 100.000 habitantes, por debajo de las 1.002 de media europea.
Eurostat, la oficina de estadística comunitaria, ha sido la encargada de elaborar un informe con los datos sobre la mortalidad en el continente europeo. (La muerte invisible: El Nolotil ya se ha cobrado 43 víctimas en España)
La sociabilidad es un factor tan importante en estos datos como llevar una dieta equilibrada formada por frutas, verduras, pescado y otros alimentos saludables.
"Aunque los países nórdicos tienen un PIB per capita superior en los países mediterráneos hay un estilo de vida que favorece la longevidad", ha apuntado Manuel Anguita, presidente de la Sociedad Española de Cardiología.
Junto a España, los otros tres países con menor tasa de decesos fueron Francia (838), Italia (843) y Malta (882), también en el arco mediterráneo. En el lado opuesto, los países que registran unos mayores niveles de mortalidad son Bulgaria (1.600), Letonia y Rumanía (ambas con 1.476).
En España la baja tasa de mortalidad se explica con la alta esperanza de vida: la media de edad de las muertes es de 83 años, frente a los 80,6 del resto de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). (El drama del suicidio: ¡3.500 españoles se quitan la vida cada año!)
Causas de la muerte
De las 5,1 millones de personas que murieron en la UE en 2016, un 36% fueron como consecuencia de enfermedades del sistema circulatorio, principalmente ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
El segundo gran grupo, el 26% del total, se correspondió con casos de cáncer. El 33% de esas muertes fueron de personas menores de 75 años (1,7 millones); el 29% tenían entre 75 y 85 años (1,5 millones), y el 38% tenían más de 85 años (1,9 millones).