El conocido como 'Puente de la Constitución', que abarca los días 6 y 8 de diciembre, es el momento en el que muchos españoles aprovechan para hacer compras, así como para hacer turismo, antes de las señaladas fiestas navideñas, siendo un momento de máximo apogeo en las principales ciudades turísticas españolas.
Sin embargo, este año, Barcelona no será una de las ciudades predilectas para los turistas, y eso hundirá aún más la ya debilitada economía de la Ciudad Condal... debido, principalmente, a la nefasta gestión de su alcaldesa, Ada Colau.
Y es que, si bien la pandemia del coronavirus ha desgastado duramente la economía nacional española, otras ciudades, con Madrid a la cabeza, han sabido reponerse a la crisis económica provocada por el Covid-19, siendo esta festividad pre-navideña un momento único para fomentar el turismo y el comercio antes de la Navidad.
Un auge que no se repite en Barcelona,a pesar de su atractivo: y es que, a las duras medidas restrictivas impuestas desde la Generalitat contra el Covid-19, se une la mala gestión de la alcaldesa de la ciudad, que ha convertido a la Ciudad Condal en un lugar peligroso y poco atractivo para el turismo.
Tanto, que Barcelona ha desaparecido del mapa del turismo internacional: en concreto, del 'top 10' de destinos internacionales predilectos, demostrando así que son muchos los turistas internacionales que dejarán de visitar la ciudad debido al miedo que genera la delincuencia callejera, y la mala reputación que está adquiriendo desde que Colau es alcaldesa.
También las inversiones caen
Así pues, ante esta falta de turismo, principal fuente económica de la ciudad, las reservas hoteleras han caído para este puente en un 45%; datos que demuestran que, a pesar del gran movimiento turístico y económico que se vive en otras ciudades como Vigo, este año Barcelona no verá repercusión alguna del puente de la Constitución en sus cuentas económicas del mes.
Un estancamiento de la economía debido al turismo, que también se une a la crisis económica del coronavirus... y a la falta de inversiones nacionales e internacionales en la Ciudad Condal.
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Y es que la desconfianza hacia la gestión de Ada Colau, y los continuos sucesos que rodean a Barcelona, de atracos, violaciones y destrucción de mobiliario urbano por los radicales independentistas, hacen que muchas empresas decidan no invertir en la Ciudad Condal, anteriormente conocida por ser un foco de inversión extranjera.
En concreto, ha sido la cadena AC Hoteles la que, esta semana, ha advertido que no seguirá invirtiendo en Barcelona "por la gestión de Ada Colau", perdiendo la ciudad miles de millones de euros a causa de la alcaldesa, cada vez más criticada por sus propios ciudadanos.